Cultura

100 años de Bergman, el director que dio alas al silencio

Ingmar Bergman construyó su casa en la pequeña isla báltica de Fårö sobre una playa de piedras y no de arena fina: tanto a él como a su trabajo de tintes filosóficos le iba bien reducirse a lo crudo y esencial.

Las cavilaciones cinematográficas del maestro sueco sobre las grandes cuestiones existenciales influyeron a generaciones enteras. Este año seguramente se exhibirán sus películas en muchos lugares, porque mañana se cumplen 100 años de su nacimiento.

Volverse viejo es como subir una montaña, dijo Bergman cierta vez: "Cuanto más se sube, menos fuerza hay, pero más lejos se ve". Como espectador uno tiene la impresión sin embargo de que el cineasta veía muy lejos ya siendo joven. Murió en 2007 a los 89 años en su pequeña isla del Báltico, diez años después de ser coronado en Cannes como "el mejor director de cine de todos los tiempos".

Las obras de Bergman no son sólo intelectuales, subraya el director de la fundación que lleva su nombre, Jan Holmberg. En la actualidad los films del director están muy demandados, seguramente por el contraste frente al cine comercial, opina Holmberg.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios