Crítica de Cinefilasiete

La acción que no cesa

'jack reacher: nunca vuelvas atrás'HHHHH

Multicines La Dehesa Islantilla, Cines Aqualon Puerto Huelva, Al Andalus Punta Umbría y Cines Artesiete Holea Huelva.- Producción: Estados Unidos, 2016.- T.O. 'Jack Reacher: Never go back'.- Duración: 118 minutos.- Dirección: Edward Zwick.- Guión: Marshall Hershowitz, Edward Zwick y Richard Wenk basado en la novela de Lee Child.- Fotografía: Oliver Wood.- Música: Henry Jackman.- Montaje: Billy Weber.- Intérpretes: Tom Cruise, Cobie Smulders, Aldis Hodge, Holt McCallany, Robert Knepper, Danika Yarosh, Patrick Heusinger.

No decimos nada nuevo si como la mayoría de los aficionados al cine de acción y particulares admiradores, y sobre todo admiradoras, de Tom Cruise, saben, que esta película es consecuencia inmediata del éxito de su precedente Jack Reacher (2012), que tuvo una extraordinario número de espectadores. Con lo cual no sólo tenemos una secuela sino que es toda una franquicia con francas posibilidades de seguir en la brecha, es decir en las salas, durante mucho tiempo. El actor y productor ha encontrado en las novelas de Lee Child -seudónimo de Jim Grant escritor británico con 17 best sellers en su haber y su serie de relatos protagonizados por este héroe-antihéroe-, de persuasiva amenidad, sorpresas y acción a raudales, la horma de su zapato, para continuar en esa dinámica que ha abastecido pródigamente los argumentos de su saga Misión imposible, iniciada en 1996 y que continuará el año 2017 con siete entregas ya si no he contado mal.

Sorprendemos al trepidante personaje que protagoniza esta nueva aventura algunos años después de haber dejado el mando de una unidad de élite de la policía militar. Su amiga y sucesora, la comandante Susan Turner, es falsamente acusada de traición y espionaje. Convencido de que su compañera es inocente se dispone a descubrir la verdad y conseguir que se libre de la cárcel. Descubrirá que está ante una compleja conspiración. Acabará poniéndose en fuga junto a Susan al tiempo que intentará dar con los auténticos responsables de los hechos de los que la acusan, investigando sobre los crímenes que se han cometido en extrañas circunstancias. Desvelará un potente secreto pero tendrá que desplegar toda su experiencia y habilidades, no sólo para dilucidar la verdad sino también para defender su prestigio y garantizar su propia existencia.

Aparte de la absoluta falta de originalidad argumental que es más que clamorosa, esta secuela de la primera historia de Jack Reacher, es totalmente previsible y no obedece más que a una nueva exhibición de su productor y protagonista, que ha encontrado en su base literaria un nuevo filón para abundar en oportunidades de espectacular y llamativo lucimiento. Una especie de justiciero, para "desfacer entuertos", diríamos en expresión cervantina o ese héroe de tantos y tantos westerns que surge de la nada, acaba con todos los canallas del lugar y luego vuelve a ese fantasmagórico mundo del que procedía. Diríamos entonces que Edward Zwick se limita a seguir las reglas de esta clase de relatos con inclinaciones artesanalmente clásicas, adoptando esas fórmulas rutinarias de este tipo de cine de acción para que nunca decaiga el desánimo en el espectador, de tal forma que los elementos característicos que maneja en la puesta en escena y en general en la factura de su película, le resulten lo más rentables posibles.

Responde así al modelo de un thriller funcional tan rutinario como tantos otros que propicia los golpes de efecto entre la intrascendencia y la espectacularidad para contento y regocijo de espectadores conformistas, poco exigentes y entregados entusiásticamente a esa acción que no cesa y que se provoca en continuas escenas de llamativo dinamismo, carreras, persecuciones y otro momentos y circunstancias explosivas con los consiguientes alardes de este Tom Cruise incombustible y repetitivo.

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