Cultura

'Veraneantes' y 'La avería' se reparten la gloria en los Premios Max 2012

  • Los montajes de Miguel del Arco y Blanca Portillo empatan a reconocimientos, cinco, en la fiesta anual de las artes escénicas · Israel Galván recibe dos galardones: mejor coreografía ('La curva') y mejor intérprete de danza

Veraneantes, obra montada por Miguel del Arco que partía como máxima favorita (con 14 candidaturas), y La avería, dirigida por Blanca Portilla (y que aspiraba a siete premios), se repartieron ayer equitativamente, con cinco manzanas para cada una, los premios de la XV edición de los Max, que se concedieron en el transcurso de una gala familiar e irónica, también extensa (dos horas y media de duración), y presentada por Petra Martínez en el Circo Price de Madrid.

El ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, presidió la ceremonia, dirigida por Olga Margallo y Antonio Muñoz de Mesa. Y por primera vez, los entregadores de premios no fueron profesionales de la escena sino "parte de la sociedad civil", es decir profesores, médicos, traductores, deportistas o acomodadores, como José Carlos Escudero y Fernando Ortega, del Teatro Español de la capital. Los primeros Max de la era post Teddy Bautista -detenido el año pasado dos meses después de presidir la gala- tuvieron en Martínez una irónica "defensora del público" que puso "en cuarentena" a los "soplagaitas" de sus compañeros prohibiéndoles "mirarse el ombligo" y declarando que la admiración que siente por lo que hacen es proporcional "al asquito" que les tiene a cada uno de ellos.

Veraneantes, montaje coproducido por el Teatro de la Abadía y Kamikaze Producciones, se alzó con los trofeos a mejor adaptación teatral (Miguel del Arco), mejor composición musical para espectáculo escénico (Arnau Vilá), mejor actriz protagonista (Blanca Lennie) y mejor productor privado de artes escénicas (Kamikaze Producciones). A pesar del reconocimiento, reveló luego del Arco, la obra va a dejar de girar y de representarse "porque no tiene contratación y la situación es dura". "Somos unos privilegiados, pero sabemos que debemos tener los pies en la tierra", aseguró el dramaturgo, uno de los hombres del momento en el teatro nacional, que ya fue el año pasado el máximo triunfador de los Max con su mileurista montaje de La función por hacer. "Esto se acaba pero acaba bien", añadió el productor de Veraneantes, Aitor Tejada, quien afirmó que no se iba a quejar de nada porque "por fin" van a cobrar todas las facturas impagadas y que este "el momento de unirse en defensa del teatro porque un país sin educación y sin cultura es un país sin identidad".

La avería, la adaptación de la obra de Durrenmat dirigida por Blanca Portillo se llevó los galardones a mejor dirección de escena (Portillo), mejor escenografía (Andrea d'Odorico), mejor figurinista (Elisa Sanz), mejor diseño de iluminación (Pedro Yagüe) y mejor actor protagonista (Asier Etxeandía). Una emocionadísima Portillo señaló al recoger su manzana que el teatro "nunca tiene nada que ver con una sola persona sino con un grupo" y que ella ha reunido a uno "maravilloso" de "atletas del alma".

La mejor actriz protagonista, Barbara Lennie, se quedó el año pasado sin trofeo en beneficio de Vicky Peña, que era también en esta edición candidata con Un tranvía llamado deseo, un montaje por el que Álex Casanovas sí se alzó con el premio a mejor actor de reparto. Carmen Machi, mejor actriz de reparto por Falstaff, bromeó diciendo que comparte el Max con "muchísima gente" y que le hace "tanta ilusión" como el Valle-Inclán, que obtuvo la semana pasada, aunque "no piensa repartir" los 50.000 euros con los que está dotado.

La obra original de Alfredo Sanzol Días estupendos obtuvo el premio a mejor autor teatral en castellano; en catalán el elegido fue Josep María Benet i Jornet; en euskera, Jokin Oregi y Patxo Ellería, y en gallego, Avelino González, Artur Trillo y María Ordóñez. El mejor musical fue Avenue Q, y La barraca del zurdo se llevó el de mejor dirección musical (Alejandro Cruz).

En danza, el mejor espectáculo según los organizadores fue Cuando yo era, de la granadina Eva Yerbabuena, que también se hizo con el de mejor intérprete femenina de danza con Federico según Lorca, mientras que el bailaor sevillano Israel Galván, en un reparto similar, se llevó gracias a su trabajo en La curva los galardones a mejor coreografía y mejor intérprete masculino de danza.

El fantástico viaje de Jonás el espermatozoide, obra de la compañía malagueñaEl Espejo Negro incluida, por cierto, en la programación del XXXII Festival Internacional del Títere de Sevilla (que arranca este viernes), recibió el premio al mejor espectáculo infantil, y La Machina Teatro, de Cantabria, el de espectáculo revelación por En altamar.

En otro de los momentos emotivos de la noche, Julia Gutiérrez Caba (Madrid, 1932) recibió el Premio de Honor de manos de Wert, su sobrina nieta, Irene Escolar, y su hermano, Emilio, en medio de un prolongado aplauso y con el público puesto en pie. "El teatro no es sólo un bello juego sino también algo indispensable en un país. Se lo dedico a los miembros de mi familia que están aquí y a los que se fueron de mi vida siempre demasiado pronto", dijo esta biznieta, nieta e hija de actores. La memoria a los que se marcharon este año para siempre tuvo de fondo el Alellujah interpretado en directo por la quinceañera Andrea Most.

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