Cultura

El Thyssen, preparado ante desastres

  • El museo madrileño concluye su plan de protección de emergencias

Muestra 'Monet/Boudin' que se puede ver en el Museo Thyssen.

Muestra 'Monet/Boudin' que se puede ver en el Museo Thyssen. / el día

Cortinas infralaser, detectores volumétricos e infrarrojos, sistemas de identificación digital... El Thyssen ya tenía todo eso, y más, y desde ahora es pionero en el desarrollo de un protocolo de emergencias en el que han participado, entre otros, la UME y los bomberos de Ávila, Cuenca y Madrid. El Museo Nacional Thyssen-Bornemisza acaba de terminar la implantación de su Plan de Protección, Conservación y Catalogación ante Emergencias para que los diferentes agentes que tuvieran que intervenir puedan manejar detallados protocolos de actuación para poner a salvo los cuadros. Por primera vez en España en el ámbito de los museos, detalla el jefe de Seguridad del Thyssen, Miguel Ángel Molina, se ha creado una mesa de coordinación externa en la que participan Bomberos, Ayuntamiento de Madrid, Samur, Protección Civil, Policía Local, Policía Nacional, Guardia Civil, UME y la Delegación de Gobierno.

"Todos los equipos de emergencia implicados tienen que saber cómo se va a hacer la evacuación, cuál va a ser la primera en salir, a embalar las obras, a identificar elementos de las piezas... Esa información se ha clasificado y se han elaborado fichas y planos con código QR y planos, de forma que solo con leerla se sabe dónde y cómo actuar". Los cuerpos de emergencia reciben al llegar al Thyssen las fichas pero también tienen copia de ella en sus distintos departamentos por si nadie en el museo pudiera hacerse cargo, explica.

Era importante, detalla Molina, "contar con la experiencia de los jefes de bomberos de dos ciudades patrimonio como son Ávila y Cuenca, además del de Madrid". Y todo ello, detalla, porque "entre lo peor que podría pasar sobresale el incendio y por eso no tienen carga de fuego, es decir, los revestimientos son de mármol, no hay telas ni en ventanas ni en paredes y cuentan, además, con un miniparque de bomberos". Pero "lo que sería malo, malo de verdad", detalla Molina, es un ataque del terrorismo yihadista porque su pretensión, "como ya se ha visto en muchos lugares del mundo", es "destruir el patrimonio".

Dentro de las contingencias ante las que se han preparado -inundaciones, vandalismo y hasta secuestro-, la más novedosa, dice, es la alerta "NRBQ", es decir todo lo que tiene que ver con ataques con armamento nuclear, radiológico, biológico y químico, con el empleo, por ejemplo, de gas neurotóxico.

Una vez que la obra sale por una emergencia de la pinacoteca, camino de la Casa de la Moneda, el Banco de España o el Prado, entre algunos "sitios seguros", es posible saber en todo momento su paradero porque cada una lleva unas pegatinas con matrices para garantizar su "triaje". Con ello, dice, se pretende minimizar el impacto sobre los bienes culturales que alberga, que sus consecuencias sean menos destructivas y la recuperación "mucho más viable".

"Somos los pioneros en hacer esto. Hay una normativa del Instituto del Patrimonio Cultural de España, un Plan Nacional de Protección de Colecciones ante Emergencias y Gestión de Riesgos en Patrimonio Cultural, de 2015, y que nosotros sepamos somos el primer museo que lo cumple", presume Molina.

¿Y con todo esto podría ocurrir en el Thyssen un robo como en las películas?. "Nunca se sabe. Nunca hay seguridad al cien por cien. Lo más difícil es prepararse para la lucha contra el terrorismo. Los servicios de inteligencia se han reforzado mucho y estamos preparados para lo peor", resume el jefe de seguridad.

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