Cultura

El Thyssen actualiza la mirada sobre Zurbarán

  • El museo madrileño reúne más de 60 obras del pintor en una exposición que podrá visitarse del 9 de junio al 13 de septiembre

Las investigaciones y estudios realizados en los últimos años han aportado importantes novedades sobre Francisco de Zurbarán que el Museo Thyssen-Bornemisza dará a conocer en una exposición dedicada a este maestro del Siglo de Oro español, un gran desconocido fuera de nuestras fronteras. Zurbarán: una nueva mirada, que abrirá sus puertas el 9 de junio, planteará una revisión actualizada de la vida y la obra del artista que ha permanecido durante años ausente de los programas expositivos pero sobre el que está surgiendo un nuevo interés tanto en Europa como en América.

"La última exposición sobre Zurbarán celebrada en Madrid fue en 1988 en el Museo del Prado. Se han hecho exposiciones pequeñas dedicadas a aspectos concretos, pero, salvo en Sevilla hace diez años, ninguna tan amplia", recuerda Mar Borobia.

Comisaria de la muestra junto a Odile Delenda, Borobia considera que actualmente se sabe mucho más de la figura de Zurbarán, de su biografía, su taller y su obra: "Vamos a presentar obras nuevas que se han incluido en su catálogo y que nunca se habían presentado en público, además de otras que sí estaban en el catálogo pero que nunca han visitado España".

En su opinión, los últimos estudios han hecho "mucho más rica su vida", y lo más fascinante "es que el catálogo se ha depurado muchísimo. Zurbarán es una figura complicada porque tiene mucha producción y trabaja mucho con el taller".

Ello ha provocado que en exposiciones como la de 1988 se dieran como autógrafas obras que eran del taller. "Desde entonces todo eso se ha ido puliendo. Me parece casi un milagro que se vayan a presentar obras autógrafas que se pueden unir a ese catálogo", compuesto por unas 270 obras.

Para la jefa del Área de Pintura Antigua del Museo Thyssen-Bornemisza, en el que se conservan las pinturas Santa Casilda y Cristo en la cruz además de Santa Marina de la colección de Carmen Thyssen, la exposición abarcará "dos aspectos tremendamente interesantes".

Por una parte, se dedicará una sala a pintores que trabajaron con él en su obrador, un pequeño grupo cuya figura y obra se han podido ir individualizando. Otra novedad será el espacio dedicado a bodegones y naturalezas muertas, en el que se expondrán juntas obras de Zurbarán y de su hijo Juan, "dos formas muy distintas de entender este género".

Con más de 60 obras distribuidas en siete salas, será un recorrido "tradicional", primero cronológico y luego dividido en los dos grandes grupos en los que trabajaba el maestro, de cuya muerte el pasado año se celebraron los 350 años.

Estos dos grupos se centran en los grandes conjuntos religiosos para decorar conventos e iglesias y en las obras aisladas que fueron destinadas (muchas de ellas) a la devoción privada.

Tras su exhibición en el Thyssen, la muestra viajará al Museum Kunstpalast de Düsseldorf en la que será la primera exposición que se organice sobre el gran maestro del Siglo de Oro en Alemania.

"Zurbarán es un pintor conocido para el público español pero fuera, excepto en Francia, es un completo desconocido, aunque su obra esté representada puntualmente en los principales museos europeos y americanos", según la comisaria

Borobia recuerda que el pasado año se organizó la primera exposición dedicada a Zurbarán fuera de España, que pudo verse primero en la Galería de Arte Moderno y Contemporáneo de Ferrara (Italia) y posteriormente en el Palacio de Bellas Artes de Bruselas.

Por todo ello se muestra feliz de montar una exposición "que hacía falta" sobre un artista "tremendamente moderno tanto en su forma de componer como de mostrar los temas y un comunicador de primera que no ha perdido vigencia".

Entre los préstamos de los que se siente especialmente satisfecha destaca San Serapio, procedente del Wadsworth Atheneum de Hartford (EEUU), "pintura icónica y absolutamente excepcional de Zurbarán que la última vez que estuvo en España fue en 1964", y San Francisco de pie contemplando una calavera, del Museo de Arte de San Luis.

Una de las anécdotas vividas por las comisarias ha sido que desde que empezaron a organizar la exposición, visitable hasta el 13 de septiembre, "se han producido ventas de cuadros y cambios de propietarios. Se da el caso de que hemos pedido una obra a un coleccionista o una galería, nos decían que sí y al año nos comunicaban que la habían vendido", como ocurrió con Retrato de Don Juan Bazo de Moreda, adquirido por un museo de Detroit, y San Francisco rezando en una gruta, comprado por el Museo de Arte de San Diego.

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