Estudios científicos revelan que la pasión dura exactamente dos años. Pero Luz Casal espera que en esta época de su vida "dure al menos tres años". Lo dice por su último disco, que se titula precisamente La pasión. Casi 20 años después del gran éxito que le supuso la interpretación de Piensa en mí, de Agustín Lara, la intérprete gallega regresa a los escenarios con un viaje musical por los grandes himnos del bolero. Y lo hace tras superar un cáncer de mama. ¿A vuelto a la normalidad o todavía perdura en los espectadores esa sensación de reencuentro tras sus problemas de salud? "La sensación que yo tengo ahora es de total normalidad", responde la intérprete.

La pasión de Luz se inicia a comienzos de los años 40, época de la que proceden las canciones Sombras (México) y Alma mía (Puerto Rico). Pero es en la década de los 50, los años dorados del bolero, cuando nacen la mayoría de las canciones que componen el nuevo disco. Ahí se enmarcan Nieblas, del chileno Francisco Flores, Mar y cielo, del puertorriqueño e integrante de Los Panchos Julio Rodríguez, y Cenizas, del mexicano Wello Rivas. También de esta década son varias canciones que reflejan la impronta musical de Cuba en el género: No me vayas a engañar, No, no y no y Con mil desengaños. La presencia de los años 50 se completa con Encadenados, del mexicano Carlos Arturo Briz y popularizada por Lucho Gatica, e Historia de un amor, quizá el tema más conocido del disco, del panameño Carlos Eleta. De la década de los 60, Luz rescata Qué quieres tú de mí, creación que llega desde Brasil. Los años 70 están representados por Adónde va nuestro amor, procedente de México. El disco se cierra con un tema que no es estrictamente un bolero,Como la cigarra, de la poeta y compositora argentina María Elena Walsh, una canción que deja regusto a esperanza tras las inevitables heridas del amor. "Descubrí algunos intérpretes mientras hacía la selección de La pasión, pero una vez comencé a trabajar en las canciones dejé de tener referencias", explica la cantante. En resumen, intentó grabarlas como si fuera la primera vez y ahora en los directos pretende cantarlas como si fuera la última.

Y aunque Joaquín Sabina canta en una canción "miente como mienten todos los boleros", Luz Casal quita la razón al cantante de Úbeda. "Eso es porque no canta boleros", responde. "El bolero puede exagerar, pero no miente. Es la expresión de los sentimientos amorosos mientras otros géneros como la copla abarcan más del amor", continúa.

La cantante ha aparcado de momento el rock y ha adoptado una estética retro inspirada en los años 40 y 50 del siglo pasado. "Es solamente adaptar la imagen a lo que estás interpretando, pero sigo guardando mi pantalón de cuero, que sigue siendo una pieza importante en mi vestuario", defiende. "No se trata de coger viejas canciones, darles un meneo y convertirlas en otra canción. Eso no es un homenaje al bolero. El homenaje consiste en cantar esas canciones que eran muy buenas (por eso han durado), con nuestra experiencia, pero situándonos en ese ambiente, en esa esencia". Para lograrlo asegura haberse envuelto en una luz "de los años 50", y el resultado es "un disco tan clásico que es moderno". Y sus espectadores siguen llenando sus conciertos aunque cambie de repertorio y de escenografía. ¿Más allá de los estilos hay un sello Luz Casal? "Espero que sí",contesta. "Espero haber conseguido tener libertad para hacer lo que deseo en cada momento". También tiene libertad para no hacer leña del programa caído y no se pronuncia sobre la desaparición precipitada de Operación Triunfo. "No sé, no entiendo de shares televisivos", zanja con diplomacia, elegante también fuera de los escenarios.