música por César López Perea

Rocío Márquez, voz mágica

  • La cantaora muestra su versatilidad con la interpretación de seguiriyas, cantiñas, tangos y algunos cantes de Levante La onubense abre el ciclo de conciertos de la UNIA

La pasada noche quedará marcada como la más dulce vigilia que los oídos más agradecidos pudieran imaginar en Huelva. Bajo un magnífico cielo de estrellas pudimos ver como en su voz Andalucía se viste de grandeza, de matices y de conocimiento, para reconducir la tradición popular sonora de toda una cultura en un maravilloso fruto maduro. Nada como sentir el aire de su expresividad, acompasado por la amalgama de luces atravesando nuestras sensaciones, para confirmar la enormidad de una cantaora llamada Rocío Márquez.

El patio de la UNIA se vistió de talento, rememorando toda la historia colombina que rebosa tan cerca de allí, donde los grandes sueños de marineros se cumplieron, en la lejanía de las grandes ciudades, y donde cinco siglos parecen como si no hubieran transcurridos nunca. Hay sitios con tanta magia, que es difícil poder aportar un poco más a tanta belleza. Pues bien, ella lo consiguió.

Y es que, como ya viene siendo tradicional, en la época estival onubense y mientras se llevan a cabo los Cursos de Verano en la Sede de La Rábida de la Universidad Internacional de Andalucía, coexisten estos seminarios con una excelente propuesta de actividades culturales que este año se aglutinan bajo la denominación '48 Noches Rábida 2013'. Así, esta actuación que tuvo lugar anoche, coincidió con la apertura ceremonial de los cursos en un impresionante puesta en marcha.

Rocío Márquez, ganadora en el 2008 de la Lámpara Minera en el Festival Internacional Cante de las Minas, es considerada como la apuesta de porvenir más firme en las nuevas generaciones del flamenco. Actualmente es imposible encontrar a mejor representante para dar comienzo al interesante esfuerzo que desde la UNIA se hace por la cultura musical.

Acompañada en todo momento por el buen hacer de la guitarra de Alfredo Lagos, fueron intercalando temas de su primer disco de estudio con otros palos del flamenco como seguiriyas, cantiñas y algunos cantes de Levante. De esta manera pudimos disfrutar de las bulerías Claridad, de las jotillas de Aroche y fandangos titulados Infancia, de los tangos Las manillas del reloj, y los fandangos abandolaos Antiguamente eran dulces, entre otros.

Con Agustín Diassera a la percusión, y con el buen hacer de Los Mellis en las palmas y coros, disfrutamos una vez más - y no será la última- de la maravillosa capacidad que demuestra Rocío Márquez. Enorme cantaora, pero impresionante su calidad humana, algo que la hace ser lo que ya es, una artista que permite ser un lujo para todos los amantes del flamenco y por supuesto, orgullo para los todos los onubenses que aman a su tierra.

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