Cultura

Robert Rodríguez dixit

  • Estamos ante el clásico ejercicio personal habitual en la filmografía del cineasta.

Multicines La Dehesa Islantilla, CineBox Aqualon Puerto Huelva.- T.O.: "Shorts".- Producción: Estados Unidos, 2009.- Duración: 89 minutos.- Dirección: Robert Rodríguez.- Guión: Robert Rodríguez.- Fotografía: Robert Rodríguez.- Música: Robert Rodríguez, Carl Thiel y George Oidziey.- Montaje: Robert Rodríguez y Ethan Maniquis.- Intérpretes: John Cryer, William H. Macy, Leslie Mann, James Spader, Jimmy Bennett, Kat Dennings, Leo Howard, Jolie Vanier.

Estamos ante el clásico ejercicio personal habitual en la filmografía de Robert Rodríguez. El consabido hombre-orquesta, el Juan Palomo, que decimos aquí, "yo me lo guiso y yo me lo como". Y así en Shorts: La piedra mágica, él es el productor, el director, el guionista, el fotógrafo y comparte también la autoría de la música y la ejecución del montaje, decisión definitiva del realizador. Es decir, todo queda en casa, con lo cual también se abaratan costes. Todo ello cocinado y facturado convenientemente desde sus caseros estudios de Austin, Texas.

No es más que ese cine familiar que nos recuerda directamente y sin ambages a películas suyas como Spy kids (2001), que tuvo su continuación con Spy Kids 2: La Isla de los sueños perdidos (2002) y una tercera versión en 2004 en 3D y, ya metido de lleno en el invento, otra por el estilo, como fue Las aventuras de Shark Boy y Lava Girl en 3D (2005) o los derroteros terroríficos que no le fueron indiferentes como pudimos ver en Planet terror (2007).

Pero nada nos puede sorprender porque, como muy bien saben los seguidores de Robert Rodríguez, el inefable director de El mariachi (1992) -película de culto para algunos virtuosos de especialidades ambiguas-, como siempre, no ha hecho más que mezclar los géneros: la aventura violenta, el road movie, el thriller, el terror, el vampirismo, el sexo, el musical, el cine gore más sangriento, la parodia o autoparodia, los serial killers, la fantasía, la acción desmedida y toda una panoplia de imitaciones o influencias de Quentin Tarantino, con quien ha compartido a veces la dirección.

En el capítulo de aventura infantil, que tan buen rendimiento le ha dado, en esa continua indefinición entre película serie B o serie Z, o vaya usted a saber, Robert Rodríguez, de origen mexicano, se ha impuesto en la industria cinematográfica norteamericana. Y en ello sigue con esta nueva apuesta instrumentada con peripecias protagonizadas por los pequeños y en este caso concede todo el protagonismo del argumento a una misteriosa piedra que otorga cualquier deseo a quien sea su poseedor. El extraño objeto llega a manos de Toe, un niño que no cae muy bien a sus compañeros de colegio, pero que tiene una gran imaginación, lo que utilizará para captar simpatías. Y así hará posible un desfile por Black Falls, donde vive, de todo tipo de animales y diminutas naves espaciales.

Contando con actores habituales en las películas de Robert Rodríguez como James Spader y William H. Macy, ha homenajeado, según ha declarado, a los libros del Dr. Seuss "universos de color aparentemente idílicos, pero en los que se escondía algo misterioso". La historia propende entonces a la más pura fantasía, donde no falta la imaginación más propicia para la aventura a veces surrealista a veces disparatada, pero siempre visualmente atractiva y, en ocasiones, apasionante, de forma que vamos de vértigo en vértigo y de sorpresa en sorpresa en un ámbito fascinante, poblado por seres monstruosos y otras criaturas propias de este tipo de relatos.

Todo lo cual propicia una narración en la que hay, además, un dinamismo que mantiene al espectador entretenido y apasionado ante los acontecimientos que presenta. Cerca del cómic y de la peripecia surrealista, la puesta en escena en sus aspectos visuales cobra en diversos momentos la emoción que permite originar la inteligente utilización de la cámara, con movimientos ágiles y oportunos, y los efectos especiales de carácter digital.

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