TOMAMOS prestado el título de Regreso al futuro, trilogía de películas dirigidas por Robert Zemeckis, producidas por Steven Spielberg, Bob Gale y Neil Canton y protagonizadas por Michael J. Fox y Christopher Lloyd para contar la historia de Hiroshi Nakahara.

Nakahara, un hombre de negocios de 48 años, se equivoca de tren en la estación y coge uno que casualmente lleva al pueblo de su infancia. Lo que no sabe es que también será un viaje de regreso al pasado.

Sin saber muy bien por qué no se siente capaz de bajarse del tren y una vez llega a su pueblo decide visitar con gran nostalgia la calle donde estaba su hogar y la tumba de su madre.

De repente, mientras reza arrodillado frente a dicha tumba algo sucede y al levantarse con la intención de coger el tren que le lleve a su casa en Tokio, se da cuenta de que no es el mismo: ha vuelto a tener 14 años pero con la peculiaridad de que su mente sigue siendo la misma y todos sus recuerdos del pasado (ahora, de nuevo, presente) están ahí.

El verano que Nakahara revive marcó el final de su infancia y supuso la ruptura de su familia, cuando su padre, de forma inexplicable, abandonó su domicilio para no volver jamás.

Nakahara ve entonces una posibilidad única para impedir este hecho y comprender cuáles fueron las motivaciones de su progenitor para tomar semejante decisión.

Partiendo de este deus ex machina que, por supuesto, el autor ni se molesta en explicar, Jiro Taniguchi nos mete en el personaje de una manera que pocos autores son capaces de lograr.

El joven Hiroshi volverá al instituto, se encontrará con sus viejos amigos (alguno incluso ya fallecido) y sus familiares incluido su padre, del que sabe que va abandonarles en unos meses.

La mente adulta de Hiroshi le hace actuar de manera extraña ante los suyos y, poco a poco, su presente empieza a cambiar.

La memoria es el cemento más poderoso de nuestra personalidad, parece decirnos Jiro Taniguchi. Por eso hay que conocerla, honrarla, iluminando los orígenes.

¿Quién no ha deseado volver atrás en el tiempo para cambiar el curso de los acontecimientos? Ese es el privilegio del protagonista de la historia, cuya perspectiva de hombre adulto le hace comprender mejor su pasado y darse cuenta de sus propias circunstancias presentes.

Jiro Taniguchi nació en 1947 en la prefectura de Tottori (Japón), reciente todavía la II Guerra Mundial, un periodo en el que la colaboración entre las autoridades aliadas y japonesas aumentó el espíritu occidentalizante que ya existía desde los años veinte.

Las páginas de esta obra llevan prendido el aroma de ese periodo en el que creció el propio Jiro Taniguchi.

Este gran narrador iniciaba a principios de los noventa la composición de un puñado de piezas personales, inscritas en el registro más adulto del manga, como El caminante, El diario de mi padre y Barrio Lejano.

Jiro Taniguchi es de los mangakas más apreciados en Occidente, pero también en su tierra, a pesar de ir a contracorriente de las modas del tebeo nipón.

Barrio Lejano es un cómic intimista y melancólico que apela al recuerdo y a la reflexión sobre el camino de la vida, sobre lo que deseábamos y lo que al final fue. Obtuvo el premio Alph'Art al mejor guión en el Festival de Angulema de 2003. La edición española está traducida por Suzuki y Barrera y adaptada gráficamente por el mangaka francés Frédéric Boilet, en colaboración directa con Jiro Taniguchi.

Sam Garbarski dirigió en 2010 la adaptación cinematográfica de este cómic. El director, belga nacido en Alemania y de origen polaco, decidió situar la historia en los Alpes franceses de los años 60 en lugar de la posguerra en Japón.

Esta fue otra de nuestras lecturas del Club de Cómic de la Biblioteca Provincia de Huelva, a cuya próxima edición os podéis inscribir entre el 1 de septiembre y el 17 de octubre, rellenando el boletín de inscripción que os darán en la propia Biblioteca.

La próxima semana: Persépolis, historia autobiográfica de la iraní Marjane Satrapi, que narra cómo creció en un régimen fundamentalista islámico que la llevó a abandonar su país.

barrio lejano Guión y dibujos de Jiro Taniguchi, en 1998. Edición original: Harukana Machi-E (Shogakukan Inc, 1998). Edición española: Barrio Lejano (Ponent Mon, 2003).

Monitor del club de lectura de cómic

Marco Macías de la Biblioteca Pública Provincial de Huelva