Cultura

Refugios de papel contra la crisis

  • Las editoriales andaluzas, el tercer pilar de la producción nacional en 2008, afrontan el año con optimismo · En Andalucía, cuarta comunidad en facturación, se publicaron 7.300 títulos y más de siete millones de libros

En tiempos de zozobra generalizada, el sector editorial andaluz, tantas veces acostumbrado al equilibrismo de supervivencia, afronta el año con moderado optimismo. Los datos aportados por el Ministerio de Cultura acerca de 2008 (de sus nueve primeros meses) consolidaron al conjunto de las editoriales de la comunidad como el tercer pilar del mercado español: en Andalucía se publicaron 7.341 nuevos títulos, por detrás de Cataluña (22.185) y Madrid (18.600), los dos robustos centros de la producción nacional, y a gran distancia de la cuarta zona, la Comunidad Valenciana, con 3.707 libros.

De esos 7.341 títulos (con 7.640.000 ejemplares), 3.822 fueron novedades. Las cifras son muy similares a las recabadas sobre el año 2007 por el Instituto Nacional de Estadística (6.985 títulos; tercer lugar sobre las 17 comunidades restantes). En materia de facturación, sin embargo, el sector andaluz desciende al cuarto lugar. En 2007 (son los datos fiables más recientes, de la Federación de Gremios de Editores de España) las editoriales españolas facturaron 3.123 millones, contando únicamente el mercado nacional. Las andaluzas, con 52,4 millones sobre ese total y con un aumento de casi el 7% respecto al anterior ejercicio, se sitúan por detrás de las empresas catalanas, madrileñas y vascas.

A pesar de la grave crisis económica, las previsiones de los editores andaluces para este año no parecen peores. "Estamos en un mercado financiero muy globalizado y, por tanto, los efectos de los recortes crediticios y de la falta de liquidez afectan a todos los sectores", dice María Luisa Amores, presidenta de la Asociación de Editores de Andalucía (AEA), que celebró hace poco su vigesimoquinto aniversario. "Aunque las industrias culturales, especialmente el sector editorial andaluz -continúa Amores- no están especialmente afectadas. En relación calidad-precio, el libro es un producto muy competitivo".

Otros editores consultados (al margen de su cargo en la AEA, Amores es directora la editorial sevillana de facsímiles Extramuros) coinciden no sólo en restar dramatismo a esta temporada, sino también en apreciar la peculiaridad de su negocio. "Hay lectores fieles que van a seguir buscando nuestros libros. En este sentido no tenemos miedo a la crisis, que va a afectar más a las macrotiradas y a las grandes superficies. Quien va a al cine todas las semanas, o quien siempre tiene un libro en la mesita de noche, no va a quitarse de eso. Este tipo de cosas son necesarias para quien tiene ya afición", dice Juan Diego Martín, de la editorial Barataria, con sede en La Puebla de Cazalla. Eduardo Moreno, de El Olivo Azul, una empresa afincada entre Sevilla y Córdoba y con un catálogo exquisito, admite que la crisis "sí afecta", pues "el volumen total de ventas está bajando", aunque es consciente de que su empresa se dirige a "un tipo de lector muy singular y fiel".

"Las pequeñas editoriales con vocación literaria están en buena posición para resistir la tormenta. Yo estaría mucho más preocupado si trabajara en una editorial generalista, que necesita muchos títulos para seguir rodando", añade Eduardo Moreno. "Las editoriales estamos notando la crisis en el plano financiero; como tantas otras empresas, tenemos dificultades de liquidez y para conseguir créditos de los bancos. Aunque por otro lado nuestra campaña de Navidad ha ido mucho mejor que la del año pasado. El libro es una forma de ocio barata y sostenida en el tiempo. El lector medio en España lee cinco libros al año, así que calcula lo que dura un libro. Da la impresión, incluso, de que los tiempos de crisis benefician a los libros. Así que no tenemos motivos para afrontar el año con preocupación por las ventas. El libro es un producto refugio", dice David González, editor del Grupo Almuzara (Almuzara, Berenice, Arco Press, Toromítico).

María Luisa Amores vaticina que "en general" las editoriales se dedicarán en 2009 a "consolidar y fortalecer sus líneas de negocio" y que serán "especialmente precavidas en acometer nuevos proyectos". No es el caso de El Olivo Azul, una excepción a la norma, que publicará el próximo mes de abril su primera obra de "un autor joven y vivo", el debut de Gabril Soifer, un judío neoyorquino que escribe en español cuyo manuscrito "entusiasmó" a la editorial, que además publicará en febrero, más en su línea, una novela "absolutamente inédita" de Chesterton en español, Basil Howe. "Estamos muy contentos con los resultados de 2008 -dice Moreno-. Aumentamos nuestra presencia en librerías y en medios especializados, e incluso hemos ganado algo de dinero, lo que nos ha permitido hacer apuestas más arriesgadas". Barataria, en cambio, no variará un ápice su filosofía, "muy clara": "apuesta por la novela, por los clásicos y por la gente joven". Por ejemplo, la colección de relatos eróticos de la peruana residente en París Patricia de Souza. También mantendrá sus planteamientos básicos Almuzara, es decir, "obras de temas locales y andaluces y apuestas por best sellers de otros mercados".

"Se está empezando a hacer las cosas bien en Andalucía. Han nacido muchos sellos y muy interesantes en los últimos años", dice Moreno, que aplaude el apoyo de la Junta al sector (que aún no ha anunciado la cuantía y los destinatarios de sus ayudas a la producción editorial para 2009), aunque advierte, en contra de otras voces, de que "más no debe hacer", pues "el sector debe existir por sí mismo". "La Administración está haciendo un enorme esfuerzo para potenciar el fortalecimiento de nuestras empresas. Ahí está, por ejemplo, el Plan Estratégico de la Cultura", continúa por su parte María Luisa Amores, en alusión al proyecto aprobado a finales de 2007, que implica una inversión aproximada de 730 millones y que contempla, entre otras medidas específicamente editoriales, el fomento del asociacionismo empresarial, ayudas a la adaptación tecnológica, respaldo financiero para labores de promoción y compras de lotes para bibliotecas.

"Ahora estamos trabajando para conseguir el pleno desarrollo y la ejecución de estas medidas", añade la presidenta de la AEA, cuyo principal objetivo pasa por lograr "una mayor proyección internacional". Para ello cuenta con la colaboración de la Agencia Andaluza de Promoción Exterior (Extenda), una especie de ministerio de exteriores oficioso del Gobierno andaluz. Del total del volumen de negocio internacional de las editoriales andaluzas, el 50% se realiza en Iberoamérica. De todos modos, hay una agenda de encuentros y ferias durante todo el año para reforzar las "altas expectativas sobre los libros andaluces" en Marruecos (junio), Cuba (febrero), México, Colombia, Perú, Argentina, Chile, Brasil (abril-mayo), México (noviembre), EEUU (mayo-junio) y diferentes puntos de Europa (Frankfurt, Bolonia, Londres).

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios