Cultura

'Porta Fidei' prolonga su estancia en el monasterio de Santa Clara

Con motivo del Año de la Fe, la diócesis de Huelva inauguró en febrero la muestra Porta Fidei, cuyo plazo de exposición ha sido prorrogado hasta el 24 de noviembre. Situada en el marco del antiguo monasterio de Santa Clara de Moguer, mediante la vía pulchritudinis, los visitantes recorren el itinerario de la fe, a través de tres secciones: el anuncio, la celebración y el testimonio de la fe.

El recorrido comienza por Dios que habla por sus obras (Paisajes de Eugenio Lobo, 1981) y por su palabra (facsímiles del beato de Liébana y de la Biblia de San Luis). A la revelación de Dios, el hombre le responde con la fe: lienzo de Abrahán (1660), esculturas de San José (1760) y la Virgen María (s. XVI). La fe de los apóstoles es la respuesta a Cristo resucitado: San Pedro y San Pablo (1788), y Santo Tomás (tabla de Alejo Fernández, 1528). Los sucesores de los apóstoles son los transmisores de la revelación: los cuatro padres de la Iglesia y la imagen-relicario de San Leandro, Patrón de la Diócesis, realizada expresamente para esta exposición por Martín Lagares.

La puerta de la fe es el bautismo: pie de pila bautismal en cerámica del s. XV; óleo del Bautismo de Cristo (1688) y acetre e hisopo de estilo rococó. La fe se proclama en el Credo (lienzo de la Trinidad, 1715) y es garantizada por la Iglesia en su función magisterial y catequética (catecismos conciliares, y materiales del Secretariado Diocesano de Huelva).

En la segunda sala se visualiza la celebración de la fe por los sacramentos. Del obispo, ministro de los sacramentos, se exponen la mitra del beato Spínola y el báculo de Muniz de Pablos, 1928. La iniciación cristiana está representada por las ánforas del Crisma y del óleo de los catecúmenos de la Catedral onubense, de Puigdollers, 1955, y las crismeras renacentistas de Trigueros. La eucaristía, como sacrificio (cáliz del obispo Infante, 1877), banquete (copón, 1784), y presencia permanente (ostensorio gótico, h. 1525). Los sacramentos al servicio de la comunidad se ven reflejados en los ornamentos del orden sacerdotal, y el matrimonio en una bandeja de las Bodas de Caná. Los sacramentos de curación, penitencia y unción de enfermos hallan su expresión en El abrazo del Hijo Pródigo (bronce de Teresa Peña) y el ánfora del óleo infirmorum.

El tercer espacio se dedica al testimonio de la fe y de la caridad. En el claustrillo mudéjar se contemplan los mártires y confesores del santoral onubense: Walabonso y María, de Niebla (851), el Beato Vicente de San José, de Ayamonte (1622); las beatas Eusebia Palomino (1935) y Carmen Moreno (1936), salesianas de Valverde del Camino; el beato Manuel Gómez Contioso, salesiano de Moguer (1936); Santa Ángela de la Cruz, fundadora de los conventos de Huelva y Ayamonte; el Beato Marcelo Spínola, tan unido al monasterio de Moguer con sus Esclavas Concepcionistas; el beato Manuel González, antiguo arcipreste de Huelva, y el maestro de niños pobres, Manuel Siurot.

En la antigua enfermería está la colección permanente de la pintora Teresa Peña (1935-2002), que tan acertadamente expresa en su obra la respuesta de fe ante los problemas del hombre de hoy.

Desde su inauguración hasta junio de 2013 la han visitado 3.136 personas. La exposición ha sido diseñada por Manuel J. Carrasco Terriza, junto con Juan B. Quintero Cartes y Juan M. Moreno Orta. La visita, guiada por Francisco J. Rodríguez Reyes, depara un agradable recorrido por este edificio, del siglo XIV, ligado a la historia colombina, en el que se puede admirar su riqueza monumental, su coro de estilo nazarí, o su iglesia gótico-mudéjar y sus claustros. Todo, como dice el obispo, José Vilaplana Blasco, en el prólogo del catálogo, "para descubrir mejor a Dios, autor de todo bien, que ha querido revelarnos su misterio de amor y reclama de nosotros la acogida en la fe".

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