literatura | anagrama publicará su última obra, 'para que no te pierdas en el barrio'

Patrick Modiano, "el Proust de nuestro tiempo", gana el Nobel

  • La memoria, la identidad y el mundo de la ocupación son los ejes del autor de 'Dora Bruder' y 'En el café de la juventud perdida', el decimoquinto escritor francés distinguido por la Academia Sueca

El francés Patrick Modiano fue distinguido ayer con el premio Nobel de Literatura "por el arte de la memoria con el que ha evocado los más incomprensibles destinos humanos y mostrado el mundo de la ocupación". Según declaró en Estocolmo el secretario permanente de la Academia, Peter Englund, Modiano es "el Marcel Proust de nuestro tiempo". Y es que el decimoquinto autor francés distinguido con el Nobel -el último fue J.M.G. Le Clézio en 2008- ha sabido rastrear como pocos en el pasado para ayudar a sus personajes en la búsqueda de su identidad.

Precisamente su primer pensamiento al conocer la noticia fue para los anteriores laureados franceses. Resulta "un poco irreal" verse confrontado con ellos, declaró tras conocer la noticia, que recibió cuando estaba almorzando junto a su mujer en un restaurante. Modiano, de 69 años, debutó en el panorama literario en 1968 con El lugar de la Estrella, que se enmarcaba en la Francia ocupada por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Ese escenario se convertiría en una constante en su obra, con ejes como la memoria, el olvido, la identidad y la culpa.

Su "merecido" galardón lo celebraban ayer también el primer ministro galo, Manuel Valls, y el presidente François Hollande: el Nobel "consagra" una obra que explora las "sutilezas de la memoria y la complejidad de la identidad", dijo el mandatario.

Modiano, en la rueda de prensa que ofreció en la sede parisina de su editorial, Gallimard, insistió en que no se esperaba "en absoluto" que la Academia le otorgara el Nobel, que dedicó a su nieto sueco. "Estoy deseando escuchar los argumentos por los que me eligieron", dijo. "Uno tiene una visión confusa de los libros que escribe. Sobre todo, porque tengo la impresión de llevar 45 años escribiendo el mismo libro", declaró.

Con las cejas apretadas sobre la montura negra de sus gafas y gesticulando efusivamente, Modiano (Boulogne-Billancourt, 1945) confirmó su reputación de hombre tímido e insistió en que "escribir es un actividad solitaria" en la que el escritor está protegido de sus lectores. "Cuando escribes un libro, te escondes detrás de él. Estamos acostumbrados a una especie de soledad", agregó antes de comentar que "es más fácil hablar de los otros" que de uno mismo.

"El tiempo va cada vez más rápido para las actividades que necesitan un poco de tiempo", agregó el literato, que estaba entre las listas de favoritos para llevarse el galardón. Modiano se inscribió en "una generación de transición, más sensible a los cambios" que los escritores del siglo XIX, cuando el ritmo de los acontecimientos era más sosegado. "Intentamos traducir eso (...), traducir la angustia contemporánea", dijo el escritor, que reconoció que la literatura "también puede ser una especie de refugio" donde el creador se comporta "como un ciclista que continúa (pedaleando) sin tener muy claro lo que representa" su camino.

Sin decantarse por un autor, un libro o una corriente entre sus influencias, porque le resultaría muy complicado citar todos los libros que le han marcado "desde la infancia o la adolescencia", Modiano sí se refirió a Albert Camus, ganador del Nobel en 1957, autor al que admira y con quien ahora comparte palmarés.

A lo largo de sus más de cuatro décadas de trayectoria literaria, Modiano ha publicado más de 30 novelas traducidas a una treintena de idiomas. Sus tres primeras obras -El lugar de la estrella, La ronda de noche y Los paseos de circunvalación- se consideran una especie de trilogía sobre la ocupación. Por esa última, posteriormente traducida como Los paseos de la circunvalación, se llevó el Gran Premio de Novela de la Academia Francesa en 1972. Y seis años después, se alzó con el prestigioso premio Goncourt por Calle de las tiendas oscuras.

En muchas ocasiones, son detalles irrelevantes los que catapultan la trama en las historias de Modiano, como una cesta en El rincón de los niños o un anuncio de periódico en Dora Bruder, donde indaga en la historia real de una adolescente enviada a Auschwitz. Y en todas ellas domina un estilo directo que pone especial hincapié en la ambientación, cartografiando París al detalle.

Algunas de sus novelas, como Dora Bruder, tienen un carácter más documental, mientras que otras como Un pedigrí, que dedicó a su padre recién fallecido, son más autobiográficas. Su última obra traducida al castellano es La hierba de las noches y acaba de publicar en Francia con Gallimard Pour que tu ne te perdes pas dans le quartier (Para que no te pierdas en el barrio), que Anagrama y Proa publicarán en castellano y catalán.

Hijo de un comerciante judío y una actriz belga, sus vínculos con el cine van más allá de la adaptación que varios realizadores hicieron de sus novelas: coescribió el guión del drama nominado a un Oscar Lacombe Lucien (1974) y firmó entre otros el libreto de Bon voyage (2003), protagonizada por Isabelle Adjani y Gérard Depardieu. Además, fue miembro del jurado del Festival de Cannes que entregó la Palma de Oro a Bailar en la oscuridad, de Lars von Trier.

El escritor Enrique Vila-Matas consideró ayer "una buenísima noticia" que se reconozca a Modiano, de quien dijo que en sus novelas no describe el pasado "sino la luz incierta de sus orígenes", que son "el lugar donde todo se derrumba, donde todo vacila".

El Nobel de Literatura, dotado con ocho millones de coronas (unos 880.000 euros), lo entregará en Estocolmo el rey Carlos XVI Gustavo de Suecia el 10 de diciembre, día de la muerte de Alfred Nobel. El año pasado, el galardón fue para la canadiense Alice Munro.

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