Pancartas y gritos suelen ser las "armas" que los colectivos sociales usan para protestar contra recortes o leyes que les son adversas. Pero la Orquesta de Córdoba prefierió ayer hacer algo mucho mejor: tocar gratis música clásica en la céntrica plaza de Las Tendillas de Córdoba.

En el concierto participaron la cantante Diana Navarro, el director Luis Cobos, el grupo Cantores de Híspalis y Manuel Ruiz Queco para denunciar los recortes presupuestarios que hacen peligrar el futuro de la formación musical de la Ciudad de los Califas.

La escultura ecuestre del Gran Capitán, obra de Mateo Inurria y seña de identidad de la céntrica plaza cordobesa, presidió este concierto de la formación musical, un consorcio creado en 1992 entre el Ayuntamiento de la ciudad y la Junta que actualmente atraviesa por una difícil situación financiera debido al recorte en un 40% de su presupuesto en los últimos años, lo que ha provocado una deuda de más de 200.000 euros.

Estos recortes "ponen en serio peligro su continuidad", lamentó en declaraciones a Efe la presidenta del comité de empresa de la Orquesta de Córdoba y representante del sindicato CSIF en dicho órgano, Laura Llorca, una de las flautistas de la formación musical cordobesa, que además apeló a la necesidad de un "consenso urgente para que la orquesta no desaparezca, porque tal y como están las cosas puede desaparecer".