El Muelle de las Carabelas, enclave situado en La Rábida, concluye el periodo estival con una cifra de visitantes que ha rondado los 50.000, superando así en casi 5.000 las personas contabilizadas en la pasada temporada, lo que supone un incremento en torno a un 10% de afluencia de público. Estos datos, aportados ayer por la Diputación Provincial, vuelven a señalar este emblemático lugar colombino como "uno de los espacios estrella dentro de la riqueza turística de la provincia".

A lo largo del verano, y fruto de la colaboración de Cepsa a través de un convenio suscrito con el ente provincial, el Muelle de las Carabelas fue escenario de diversas actividades repartidas entre julio y agosto, que marcaron la programación especial diseñada para esta época.

El pasado 30 de agosto puso fin a este ciclo la última actuación del llamado Atardecer Musical en la Rábida, con una gran acogida por parte del público que, día a día, se acercó hasta el muelle para disfrutar de la oferta cultural.

Actividades nocturnas, conciertos en directo, dinamización teatral, sesiones de cuentacuentos, talleres artesanales, una regata y un concurso de fotografía integraron la oferta estival de la que toda clase de público pudo disfrutar de forma amena y participativa.

De esta forma, las expectativas creadas al inicio de verano respecto al éxito de este programa se han superado, según valoró la administración provincial.

El mayor porcentaje de público asistente al muelle correspondió a turistas alojados en los hoteles de la Costa, si bien el público local participó activamente en la programación, con una notable asistencia a los conciertos nocturnos que se celebraron dentro del ciclo cultural Fusión Contemporánea, gestionado por la PLOCC (Plataforma Onubense de Cultura Contemporánea) y que ofreció ocho noches de fusión con clases magistrales de baile, música en directo y mercadillos artesanales.

El éxito de público también fue destacable en la actividad nocturna Las estrellas de Colón, que tuvo lugar todos los miércoles desde el día 10 de julio. Se trata de una interesante iniciativa puesta en marcha por primera vez el pasado verano en la que el propio almirante Cristóbal Colón y el capitán de la Pinta, Martín Alonso Pinzón, actores de la empresa Platalea, realizan un recorrido teatralizado mostrando cómo los marineros de la época se guiaban a través de las estrellas.