Cultura

¡Mira quien habla!

Multicines La Dehesa Islantilla, Cine Box Aqualon Puerto Huelva, CineVip Lepe, multicines El Condado Cinemas 7 y Al Andalus Punta Umbría.- Título original: 'Puss in boots'.- Producción: Estados Unidos, 2011.- Duración: 90 minutos.- Dirección: Chris Miller.- Guión: Tom Wheeler basado en el argumento de Brian Lynch, Will Davies y Tom Wheeler.- Música: Henry Jackman.- Montaje: Eric Dapkewicz.- Dirección artística: Guillaume Aretos.- Intérpretes: Dibujos animados y las voces de Antonio Banderas, Salam Hayek, Zach Galifianakis, Guillermo del Toro, Billy Bon Thorton, Canstance Marie.

Esta película como tantas otras que vienen produciéndose y exhibiédnose últimamente prodiga sus guiños a un espectador adulto aunque su base argumental siga siendo absolutamente infantil. Es una habilidosa artimaña o coartada para tratar de embaucar a los mayores con el ropaje indisimulado del relato infantil. Tras el éxito de Shrek (2000) y sus secuelas que incluyeran al pintoresco y astuto personaje del celebérrimo relato popular recopilado en 1697 por Charles Perrault en su obra Cuentos de mamá ganso y anteriormente en 1634 por Giambattista Basile como Cagliuso, nada puede extrañarnos que tipo tan divertido vuelva en esta especie de precuela. Otra fórmula que está de moda para seguir explotando los filones taquilleros del cine actual.

La historia nos traslada a una época muy anterior a aquella en que el Gato con Botas conociera a Shrek, el taimado felino espadachín convertido en una especie de héroe popular, en la que el protagonista emprende una nuev aaventura junto a la avispada y sibilina Kitty Zarpassuaves y el sagaz Humpty Dumpty que pretenden salvar a su pueblo. Pero la peripecia se complica cuando en el camino surgen los despiadados forajidos Jack y Jill, empeñados en la mayores supercherías para que el Gato con Botas y sus colegas no consigan su empeño.

Con un intento, no conseguido, de apartarse del cine familiar, la película ha basado el éxito que a pocos días de su estreno está consiguiendo, en una eficaz publicidad, que, aquí en España, ha centrado sus más llamativos reclamos en Antonio Banderas, que a simple vista parece el protagonista de esta historia, cuando no ha hecho más -y es un buen trabajo- que doblar la voz del chulesco Gato con un tono muy typical spanish bastante sui generis, para hacer más simpático al ya empalagoso personaje. La historia en sus primeros pasajes completa todas sus posibilidades de interés y acaba pesando en el espectador, pese a su metraje muy ajustado a la duración normal de una película.

Los artífices de este Gato con Botas en relieve, con Chris Miller el director a la cabeza y con el supuesto atractivo de las tres dimensiones, no presentan más alternativas que la pretensión de depurar la fórmula efectiva que funcionó con sus precedentes, el ya mencionado Shrek, que no conduce, aunque se intente lo contrario, más que al cine familiar de palomitas.

Muchos gags, unos más divertidos que otros, y las inflexiones vocales de Antonio Banderas para proporcionar atractivos sonoros a los que visualmente no llegan a más.

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