Un cine diverso y con sello de autor en detrimento del más comercial, del universo de Lorca a la guerra de Bosnia, protagoniza la 30ª edición de los premios Goya, que se celebrará el próximo sábado en Madrid con una gala más internacional que nunca. Estas son las diez claves para seguir la ceremonia.

Desde una adaptación de Bodas de sangre (La novia) hasta un filme de aventuras en el Polo Norte (Nadie quiere la noche), pasando por un retrato de la adolescencia (A cambio de nada), una crónica de la guerra de Bosnia (Un día perfecto) y un drama intimista sobre la amistad y la muerte (Truman), este año los Goya ofrecen más diversidad que nunca.

Las cintas españolas más taquilleras de 2015 se han quedado fuera de las nominaciones. Ni Ocho apellidos catalanes ni Regresión de Alejandro Amenábar, ni Perdiendo el norte ni Ahora o nunca han convencido a los académicos. Los cinco títulos que optan a mejor película este año recaudaron conjuntamente dos tercios de lo que logró en solitario La isla mínima (9,3 millones de euros), la gran vencedora de la edición anterior.

El cine español cada vez tiene más proyección exterior, y se nota en los repartos. Juliette Binoche (nominada por Nadie quiere la noche), Tim Robbins (Un día perfecto), Ricardo Darín (Truman) y la actriz española más internacional, Penélope Cruz (Ma ma), han confirmado su presencia en la gala.

Eso sí, los focos se los disputarán con la que promete ser la pareja estrella de la alfombra roja: Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler. El Nobel peruano subirá al escenario del Hotel Auditorium de Madrid para entregar el Goya al mejor guion.

Muchos nominados son de la misma generación, pero mientras unos coleccionan premios Goya, otros son novatos en la gala. Así, Fernando León (cinco estatuillas) e Isabel Coixet (otras cinco) se enfrentan al debutante Daniel Guzmán, y entre los actores, los archipremiados Luis Tosar y Ricardo Darín compiten con Asier Etxeandía y Pedro Casablanc.

Nada menos que 93 años tiene Antonia Guzmán, la abuela de Daniel Guzmán, nominada a mejor actriz revelación por A cambio de nada. A su lado, Fernando Colomo, candidato a mejor actor revelación por la cinta que también ha escrito y dirigido, La isla bonita, es un pipiolo a sus 69 años.

Protagonizó uno de los grandes momentos de la historia de los Goya con aquel improvisado rap que dejó atónita a media España hace cuatro años. Ahora Antonio Resines tendrá ocasión de enmendar la plana con su primer discurso como presidente de la Academia de Cine. Toma el relevo de Enrique González Macho, investigado por fraude en las subvenciones.

La actualidad y la crítica siempre tienen más o menos eco en los Goya. Además, este año la cruda realidad está presente en varias de las películas con opción a premio, desde Techo y comida, que aborda el drama de los desahuciados por la crisis, a B, sobre el caso Bárcenas.

La paridad ha llegado a la categoría de mejor dirección, donde Paula Ortiz e Isabel Coixet se enfrentan a Cesc Gay y Fernando León. A ellas se añaden Leticia Dolera, candidata a mejor dirección novel, y Mabel Lozano, con el documental Chicas nuevas 24 horas. Pero la alegría es relativa: de un total de 90 nominaciones -exceptuando las de interpretación- sólo 22 corresponden a mujeres.

La Academia de Cine reivindica la comedia y el cine comercial con su Goya de Honor al director y guionista Mariano Ozores, autor de casi un centenar de títulos, muchos de la época del destape, que vieron 87 millones de espectadores. En su discurso recordará a sus actores, desde José Luis López Vázquez hasta Alfredo Landa o Gracita Morales, sin olvidar al trío formado por Fernando Esteso, Andrés Pajares y su hermano Antonio Ozores.