GANADERÍA: Se lidiaron seis toros pertenecientes a la ganadería de Garcigrande, bien presentados, bravos, nobles y con recorrido. Fueron aplaudidos toros en el arrastre; a excepción del sexto. TOREROS: Julián López 'El Juli', oreja y oreja. Miguel Ángel Perera, oreja tras aviso y dos orejas. Alejandro Talavante, dos orejas y ovación tras aviso. Incidencias: Plaza de toros de Olivenza. Lleno.

Los toreros Julián López El Juli, Miguel Angel Perera y Alejandro Talavante salieron a hombros en Olivenza, después de repartirse siete orejas en el segundo festejo de la feria oliventina. Se han lidiado seis toros de Garcigrande bien presentados, bravos, nobles y con recorrido, y todos han sido aplaudidos en el arrastre a excepción del sexto.

El Juli se hizo aplaudir con la capa ante un toro alegre en la embestida. Lo cuidó y midió en la muleta para cuajar una faena de figura del toreo jaleada por los aplausos del público. Al cuarto de la tarde lo toreó muy despacio a pesar de que el astado le apretaba ante al agrado del respetable, que coreaba cada muletazo, ejecutado con ambas manos.

Miguel Ángel Perera se lució con el capote por chicuelinas y sus peculiares pases cambiados por la espalda citando de largo a un toro noble y con recorrido, espeluznando al público por su quietud y sus derechazos, y logrando el clamor general. Al quinto de la tarde lo muleteó en un palmo de terreno cortando la respiración del público, que gritaba "Viva Extremadura" y "Torero, torero". No se puede pisar terrenos más arriesgados como en esta ocasión, en la que el torero extremeño fue a por todas.

Alejandro Talavante se lució toreando con el capote por mariposa ante un astado alegre en la arrancada. El torero de Badajoz depuró la bravura del animal y lo metió en la muleta con dominio, temple y mando, enloqueciendo al público, que le ha jaleado. El toro que cerró plaza acusó cierta aspereza en su corto e incierto recorrido, al que el torero logró meter en la muleta ofreciendo una faena de mucho riesgo que el público agradeció con sus aplausos pese a matar mal.