Cultura

José Miguel Otero, juventud musical emprendedora de Gibraleón

  • El director de la escuela de música de Gibraleón ayuda a muchos jóvenes a iniciar su andadura en 

José Miguel Otero.

José Miguel Otero. / M.G.

José Miguel Otero nace en Gibraleón en el año 2002. Recibió sus primeras lecciones de su madre y luego comenzó sus estudios en la Escuela municipal de su pueblo. Años más tarde se traslada al Conservatorio profesional Javier Perianes de Huelva, donde termina sus estudios de Trompeta y Canto. Dirige un miniteatro musical en su localidad natal y actualmente es el director de la academia Apolont de Gibraleón.

–¿Cómo surge la idea de la Academia de Música de Gibraleón?

–Hace años que existe en Gibraleón una escuela municipal de música como refuerzo extraescolar. Pero pensé que al niño hay darle mayores incentivos. Mi pueblo es un lugar renaciente de jóvenes que desean ser grandes en el mundo de la música. Haciéndome eco de lo que muchos jóvenes e incluso adultos necesitaban en su vida para retomar sueños e ilusiones perdidas, pensé en este proyecto, que iniciaba su andadura el pasado 23 de junio. En esta Academia sin fines lucrativos los interesados son los que mandan y aquí cada uno aprende lo que necesita; un lugar donde afrontas el miedo y lo conviertes en cultura.

–¿Desde el inicio del proyecto cuentas con apoyo de instituciones y entidades culturales?

–Estoy agradecido al consistorio local gobernado por Lourdes Martín y cabe nombrar a dos personas que me han apoyado en todo momento: José Luis moreno y Patricia Pérez. Desde la reforma hasta la actualidad no han cesado de hacer servicios y de colaborar. Hablando de más entidades culturales, sí nos gustaría ahora, que tenemos sede y organismo, empezar a unificar colectivos culturales y crear nuevos proyectos

–¿Con qué personal docente cuentas en la actualidad? ¿Está previsto una ampliación de asignaturas y profesorado?

–Desde su inauguración al tener que contratar personal docente exigimos titulaciones, cursos e idiomas. Yo formo parte del equipo directivo y soy profesor de la academia. He sido meticuloso con las contrataciones y cuento con profesionales de la música y monitores de ocio y tiempo libre. Impartimos trompeta, piano, canto y guitarra. Respecto a Guitarra, menciono a Sergio Domínguez, gran guitarrista flamenco proveniente de Zalamea La Real.

–¿Habéis desarrollado un plan específico en este tiempo de pandemia para que la actividad musical sea lo más satisfactoria posible?

–Tras largos meses de pandemia y confinamiento incluido no he dejado de pensar en una realidad futura. En mi caso me di cuenta de que ya iba siendo hora de dedicarme a lo que me gusta y lo que me apasiona creando así nuevos métodos teóricos y prácticos para un uso específico en nuestra academia, para un desarrollo normal y diversificado con las actuales medidas sanitarias. Esperamos que esto satisfaga a todo el alumnado.

–¿Qué papel desempeña la música en nuestra sociedad?

–La música hoy en día es una de las mayores herramientas sociales que utilizamos, ya sea para distraernos, bailar y despertar ciertos sentimientos. Ésta juega un papel principal en la vida de cada uno de nosotros ya que nos conmueve, nos emociona y culturiza nuestro vivir. De algún modo la música es un retrato de la personalidad. Desde que el hombre es hombre, la música ha existido en su vida y ha sido una de sus creaciones más formidables. Además, desde un punto de vista psicológico, la música activa áreas cerebrales que benefician nuestra salud y nuestro estado de ánimo.

–¿Cuál ha sido la aportación más significativa de las nuevas tecnologías al mundo de la música? ¿Crees que la tradición y la vanguardia son perfectamente compatibles?

–La aparición del ordenador e Internet dio un vuelco a métodos anteriores de composición y grabación; la creación del espacio MIDI hizo que instrumentos y software se extendieran para dar paso a nuevas formas de trabajo. Hasta los instrumentos han sido mejorados gracias al uso de la tecnología en la música. Este método tecnológico tiene sus beneficios; la tecnología impacta en la música en la medida en que ésta deja de ejecutarse en vivo. Por una parte, la música adquiere altos valores cuantitativos cuando se puede escuchar de manera grabada; sin embargo, baja en sus valores cualitativos al perder su significado de origen.

–Los artistas en general y los músicos en particular llevan muchos meses padeciendo el azote de la pandemia con un parón cultural sin precedentes. La situación es penosa para innumerables intérpretes que ven la larga sombra de las restricciones. ¿Eres de la opinión de que a la música y a los músicos se han discriminado en España durante la pandemia?

–Los músicos, como muchos otros artistas, han sido azotados porque no ha habido siquiera una mirada generosa hacia ellos. Hemos sido los músicos los que hemos levantado la autoestima de todas esas calles en plena pandemia; hemos hecho despertar emociones creando la convivencia a través de la música. Nosotros los músicos somos quienes hemos estado día a día en esos balcones resurgiendo de nuestros vacíos culturales. Éste es un país donde o tú lo haces o nadie lo hace. Deberíamos tener mucho más apoyo cultural ya que de eso vive mucha gente.

–De todas las asignaturas que actualmente se imparten en los conservatorios y las escuelas, ¿cuáles, en tu opinión, se deberían reforzar?

–En medio de los métodos educativos musicales no se ve el por qué de las cosas. Digámoslo de otro modo: asignaturas tan importantes como Composición, Análisis o la Historia de la música deberían centrarse en el por qué pasó, por qué lo hacemos y por qué lo necesitamos. Se necesita saber esa verdadera razón emocional de todos esos valores. Si es verdad que contamos con asignaturas como Historia musical del pensamiento filosófico, éstas deberían contarnos desde un primer momento por qué lo vamos a hacer o qué vamos a conseguir.

–Si tuvieras que recomendar a un alumno o a una familia unos estudios musicales, ¿cuál sería la razón más poderosa?

–Los estudios musicales se dirigen a las cualidades intelectuales del alumno que se desarrollan bien con la música y son estas cualidades las que trabajan con emociones y sentimientos libres donde si tiene que llorar lo hará por necesidad. La música trabaja muy activa y directamente con esos sentimientos porque son liberadores de emociones y hablando de un modo social la música es atrayente de un público noble y fiel a ella. Un público de emociones directas y allegadas. De verdad, sinceramente, quien se esté pensando si apunta o no al alguien a una escuela de música yo no, lo dudaría, el cambio es único y sólo se vive una vez.

–Al margen del tiempo de estudio que un alumno debe emplear en y para un conservatorio o escuela, ¿piensas que la música puede llenar por completo el tiempo de ocio de los niños y los jóvenes? ¿Eres de la opinión de que la música sirve para hacer amigos?

–Cuando yo escucho a alguien decir que no tiene tiempo, esa frase no debería existir porque siempre hay tiempo; lo que pasa es que hay una planificación inadecuada debido a los intereses sociales de cada uno. Si de verdad te apasiona algo, lo vas a hacer tengas tiempo o no porque te apasiona y de verdad quieres hacerlo. Aparte de ser académica, la música es puro ocio, liberadora sentimientos grupales, une a colectivos etc. Claramente, la música atrae a todo tipo de colectivos y genera todo tipo de sentimientos,ya que de eso vive mucha gente y además la cultura es un parámetro en el futuro de todos.

Tags

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios