La Fiesta del Sol (Inti Raymy) es una ancestral ceremonia religiosa andina que en Cuzco se recuperó en la primera mitad del siglo XX y se recrea el 24 de junio desde 1944 en la fortaleza de Sacsayhuamán, constituyendo un gran atractivo turístico. La Asociación Iberoamericana Jauja mostró ayer por primera vez en Huelva, con la participación de las asociaciones Ecuador Vive y Bolivianos en Huelva 1º de Mayo y la colaboración de La Casa de Iberoamérica, esta tradición cargada de simbología.

Este ceremonial se llevaba a cabo durante la época de los incas, cada solsticio de invierno y duraba quince días, en los que había bailes y sacrificios. El último Inti Raymy con la presencia del emperador inca fue en 1535.

El ritual fue escenificado en el escenario del salón de actos de la Gota de Leche. Una comitiva formada por el inca, la mujer del inca, el sumo sacerdote y las vírgenes del Sol, accedió a las instalaciones municipales precedida por los músicos, un dúo que tocaba el bombo y el quenacho.

Ya en el escenario, el sumo sacerdote procedió a hacer el sacrificio para el dios Sol (Inti). Las vírgenes, ataviadas con colorido ropajes, fueron haciendo las ofrendas, que fue recogiendo el sacerdote, que tras realizar el ritual aseguró que "la hoja de coca ha hablado", lo que significaba que iban a tener "buenaventura", que sería un año de buenas cosechas. Así lo manifestó el inca, que dirigiéndose a Inti apuntó que "rendirte culto no nos avergüenza", a lo que añadió que "hace mucho tiempo nuestros ancestros sabían que había un día más largo", en el que celebraban la Fiesta del Sol.

A continuación, las vírgenes recogieron las ofrendas para ofrecerle la sangre dulce del maíz. "El sol ha bebido la chicha, que empiece la fiesta, el baile de las vírgenes" y éstas comenzaron a bailar al son del bombo y del quenacho.

Una vez que el ritual llegó a su fin. El inca volvió a dirigirse al dios Sol: "Padre sol, tus hijos se retiran para dejarte descansar", y seguidamente la comitiva abandonó el salón de actos para dar comienzo la actuación del grupo de música andina Qéro, a la que siguieron bailes típicos.

No contó esta primera escenificación del ceremonial del Inti Raymy con gran presencia de público. Fueron muy pocas las personas que acudieron a la Gota de Leche. La de ayer fue una representación teatral experimental que la Asociación Iberoamericana Jauja quiere repetirla el próximo año pero al aire libre, "hacerlo más grande", señaló su presidente, Manuel Cordero, que subrayó que en la Fiesta del Sol se llevan a cabo "ritos tradicionales y ancestrales".