Fila siete

Implacable y justiciero

CineBox Aqualon Puerto Huelva y El Condado Cinemas 7.- T. O.: 'J. Edgar'.- Producción: Estados Unidos, 2011.- Duración: 137 minutos.- Dirección: Clint Eastwood.- Guión: Dustin Lance Black.- Fotografía: Tom Stern.- Música: Clint Eastwood.- Montaje: Joel Cox y Gary Roach.- Intérpretes: Leonardo DiCaprio, Naomi Watts, Armie Hammer, Josh Lucas, Ed Westwick, Judi Dench, Damon Harriman, Jeffrey Donovan

Para bien o para mal, la personalidad de John Edgar Hoover (1895-1972), director de la agencia gubernamental FBI (Oficina Federal de Investigación), creada prácticamente por él cuando sólo tenía 29 años, resulta apasionante. Hubo una colección de novelas en España que con las conocidas siglas fueron lectura apetecida por infinidad de lectores adolescentes, jóvenes y adultos, sobre las aventuras de heroicos agentes que siempre esclarecían la verdad a favor de la Justicia y el castigo de malhechores y asesinos. Ello popularizó en España las hazañas de tan justicieros servidores de la ley y el nombre de quien los mandaba.

Al servicio estricto de esa misión, J. Edgar, implacable y justiciero, dirigió durante cincuenta años con mano de hierro esta oficina sin que nada ni nadie le impidiera desarrollar esa férrea misión. Prueba de ello es que sobrevivió a todas las vicisitudes vividas y sufridas por los Estados Unidos de América, tres guerras y ocho presidentes. No siempre fue leal con las reglas y con las imposiciones que muchas veces distorsionó, eludió o vulneró con tal de mantener la seguridad de sus compatriotas. No escatimó medios, por duros que fueran para alcanzar sus objetivos. Estaba al corriente de muchos secretos, de vidas y virtudes de muchos mandatarios y ciudadanos. Ese privilegio en la información, tan temida por muchos, le permitió conservar su cargo y su calidad de intocable.

Creo, como admirador de Clint Eastwood como actor y director, que este nuevo trabajo tras la cámara es uno de los más audaces del realizador a la hora de retratar a una de las figuras más poderosa, misteriosa, emblemática y polémica de la política estadounidense de todos los tiempos. Eastwood afronta así la problemática visión de un personaje odiado y temido por muchos, sin adoptar una postura crítica. No lo juzga, simplemente y como buen narrador nos lo muestra según la visión del propio protagonista, examinando su vida y sus relaciones, sus actividades públicas y privadas.

J. Edgar, riguroso, cruel a veces, escrupuloso, ambiguo en sus relaciones íntimas, feroz en sus decisiones, un tipo despreciado o admirado desigualmente, tiene en esta perspectiva personal, entre hagiográfica en ocasiones y realista según se mire, un retrato complejo y apasionante que encuentra en la magnífica interpretación de Leonardo de Caprio una actuación llena de sensibilidad, una explícita manera entre contenida, arriesgada y valiente, de encarar este difícil personaje.

En este regreso de Clint Eastwood a la dirección, el realizador nos devuelve a su solidez narrativa, a la configuración de un guión idóneo de Dustin Lance Black, que se articula con la narrativa más perfecta para pasar a unos y otros tiempos biográficos y encuadrarlos todos para conjugar una puesta en escena jalonada con una planificación perfectamente descriptiva de circunstancias, momentos y situaciones que la cámara describe con dramatismo y convicción.

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