Cultura

Homenaje a Méliès

CineBox Aqualon Puerto Huelva.- T.O.: 'Hugo Aka: The invention of Hugo Cabret'.- Producción: Estados Unidos, 2011.- Duración: 128 minutos.- Dirección: Martin Scorsese.- Guión: John Logan basado en la novela de Brian Selznick.- Fotografía: Robert Richardson.- Música: Howard Shore.- Montaje: Thelma Schoonmaker.- Intérpretes: Asa Butterfield, Chloë Grace Moretz, Ben Kingsley, Sacha Baron Cohen, Jude Law, Christopher Lee, Richard Griffiths, Ray Winstone, Emily Mortimer

Si el cine, como tantas veces se ha dicho, es una fábrica de sueños, el primer artífice, auténtico alquimista o taumaturgo de la imagen fue, entre los más destacados, Georges Méliès, a quien muchos de los que hacen cine, lo estudian y lo frecuentan, debieran prestar la gran atención que merece. Fue el gran innovador, el imaginativo creador que supo convertir la técnica cinematográfica en sus albores, en auténtica magia. De su origen como mago, ilusionista, dibujante y experto en el manejo de los juguetes mecánicos, hizo del cine un ejercicio privilegiado como guionista, director, editor, creador de efectos especiales y actor.

Martin Scorsese, otro genio cinematográfico de nuestro tiempo, desde sus inolvidables Malas calles (1973) y Taxi driver (1976), pasando por la magistral Toro salvaje (1980) hasta la oscarizada Infiltrados (2007), rinde con esta película su cálido homenaje al gran cineasta francés. Basándose en el libro de Brian Selznick, La invención de Hugo Cabret, desarrolla a través de una fascinante narrativa, toda una fábula que tiene como protagonista a un niño huérfano y ladronzuelo, que habita entre los muros y recovecos de una activa estación ferroviaria de París. Será el escenario de una apasionante trama por la que pasan diversos personajes. Entre ellos el huraño propietario de una fábrica de juguetes cuyo misterio se centra en un pequeño autómata que Hugo oculta celosamente.

Martin Scorsese, que, por primera vez utiliza las tres dimensiones, usa el formato con inteligencia, sirviéndose de planos realmente impresionantes y de inusitada visualidad en esta técnica. Nada más empezar la película, en la secuencia inicial, advertimos asombrados como el realizador sabe utilizar dos dimensiones esenciales en el cine: el movimiento y el tiempo. Articulando lo que pudiéramos entender como un cine infantil, Scorsese, reconvierte la historia en un instrumento de ficción que adquiere relieves más adultos e inteligentes, capaces de entusiasmar a pequeños y mayores.

Todo este contingente narrativo lleno de ternura, emociones, sentimientos, guiños de humor y de comedia, de drama y aventura, de magnético registro visual, de referentes artísticos y humanos, es como el autómata de Hugo, una inmensa inspiración estética que se desgrana durante toda la película con inflexiones más o menos geniales, pero siempre ocurrentes y persuasivas. Además de la bondad de la idea, de la esplendorosa puesta en escena, hay valores, justamente premiados - como es la dirección artística de Dante Ferretti, un feliz legado felliniano -, para redondear una realización fuera de lo común. E insisto: una coherente utilización del 3D lo cual no es muy corriente.

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