Cultura

Hacer de la diferencia armonía

  • El ciclo 'Flamenco y otras aves' reúne el fructífero diálogo del flamenco con otras artes · 'Dunas' de María Pagés y el trío Veneno-Peret-Los Chichos sobresalen en la sección

Fue con motivo de su actuación en el USA Flamenco Festival el pasado febrero, cuando la bailaora sevillana María Pagés reflexionó, en estas mismas páginas, acerca de su continua colaboración con profesionales de otras disciplinas artísticas para enriquecer no sólo su baile sino la concepción que, en otros ámbitos creativos, se tiene del flamenco. La bailaora se honraba de ser un referente de ese trasvase artístico: "Yo empecé acercándome a todo lo que nos rodeaba y que me podía inspirar. Y ahora veo que el interés es al revés. Son ellos los que están pidiendo ese acercamiento. Hay una necesidad en el arte por tener otras fuentes de inspiración. Y ahí está el flamenco".

Es con este espíritu con el que se ha programado la sección Flamenco y otras aves, un ciclo que programa para esta edición hasta siete espectáculos (entre baile y cante) en los que se hace de la diferencia armonia. Será el espectáculo de danza Dunas, una colaboración entre la bailaora María Pagés y el coreógrafo belga de origen marroquí Sidi Larbi Cherkaoui, el plato fuerte de este apartado que se podrá ver en el Teatro de la Maestranza el fin de semana del 2 y el 3 de octubre. Estrenado el pasado octubre en Singapur y en España en noviembre en los Teatros del Canal de Madrid, el espectáculo viaja a las raíces de los dos bailarines (Cherkaoui es belga de origen marroquí) y convierte en un punto de encuentro el desierto artístico que, aparentemente, les separa. Sin embargo, durante buena parte del espectáculo ambos artistas bailan juntos como si fueran un mismo cuerpo en un montaje de gran plasticidad y enorme carga poética.

De Sevilla es también la bailaora Asunción Pérez, conocida artísticamente como Choni, y una joven veterana en la Bienal que presentará el 24 de septiembre en el Teatro Central el montaje La gloria de mi mare. Acompañada al cante por Manuel Lombo, una voz que se siente cómoda en el flamenco, la copla y la canción ligera, Choni estrena este divertido montaje en el que cuenta con la colaboración del actor Juanjo Macías para rendir homenaje a las madres de las artistas de antaño en un espectáculo que mezcla cante, baile flamenco y copla y altas dosis de humor. Y muy orgullosos se sienten los artífices de la Bienal de haber recuperado para el flamenco a Valderrama, un digno heredero de sus padres y de otros cantantes a los que recordará en el espectáculo Maestros el 23 de septiembre en el Lope de Vega.

En el apartado musical, este ciclo depara citas que se esperan de las más celebradas por el gran público. El primero será el 17 de septiembre en el Auditorio Rocío Jurado. Un glorioso (re)encuentro entre Los Chichos, Peret y Kiko Veneno de tres nombres propios a los que sobran presentaciones poco amigos de las categorizaciones. En ese mismo escenario, el viernes 24, el guitarrista Raimundo Amador acompañará los cantes de Remedios Amaya y la rapera La Mala, en otro guiño de esta edición a las culturas urbanas.

Y si la mitad de Pata Negra no se siente cómodo en los cánones, tampoco Pansequito que, junto con Morente y Camarón, ha sido uno de los grandes renovadores del cante del siglo XX. El linense propone Un canto a la libertad, nombre de su último disco, el 30 de septiembre en el Central.

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