Cultura

Gilberto Gil: "No tengo en el horizonte volver a la política"

  • El músico brasileño, que fue ministro de Cultura de su país, clausuró recientemente en Granada el Music World Festival con un concierto dentro de la nueva gira que realiza por Europa

Gilberto Gil, uno de los máximos exponentes de la música brasileña, asegura que ni la edad ni su paso por la política han minado sus ganas de cantar. "Continúo porque me gusta mucho", dijo hace un par de días, mientras apuntaba que sólo volvería a formar parte de un gobierno "si sintiera necesario hacerlo".

"Ahora no lo tengo en el horizonte", explicó músico que, casi un año después de dejar el puesto de ministro de Cultura de Brasil, que ha ocupado durante cinco años y medio, ha retomado totalmente el pulso de la carrera musical que empezó hace más de cincuenta años.

Como cada verano "desde hace treinta" Gilberto Gil, de 67 años, está de gira por Europa. Tras su paso por Madrid dentro de la programación de los Veranos de la Villa, le tocó el turno a Granada para cerrar con un concierto en el Palacio de Congresos el primer Music World Festival que abrió la noche del sábado pasado el francés Yann Tiersen.

"Este año vengo acompañado de un grupo más pequeño, formado por cuatro músicos, por eso he cambiado considerablemente los arreglos de muchas canciones", explicó este músico que en los sesenta revolucionó la escena brasileña con Caetano Veloso, con quien fundó el movimiento Tropicalismo para fusionar bossa nova, jazz, samba y otros ritmos tradicionales.

Comprometido desde hace tiempo con la sociedad y la política, algo que a finales de los sesenta le obligó a exiliarse en Gran Bretaña, Gil mantiene una visión abierta de problemas actuales tan polémicos como la piratería. Defensor del libre acceso a la música a través de internet, el compositor argumenta que la polémica "es natural porque hay intereses antiguos ya consolidados que están amenazados" pero también "otros intereses nuevos que deben ser atendidos, ocupar espacio", como el del pueblo a acceder a la cultura.

"No tengo una visión personal de lo que hay que hacer, sólo se que la regulación debe ser construida desde la pluralidad de los intereses y salir de un consenso para que se defiendan los derechos de los autores pero también para que se garantice el derecho de acceso largo y natural del público. No se pueden olvidar ciertos intereses en nombre de otros, eso es la democracia política", afirmó.

Asegura que haber sido ministro no ha supuesto para él ningún cambio "drástico". "Soy la misma persona y soy otra. La vida es cambio permanente, si pasan muchas cosas cambiamos y si no pasa nada también", comentó el artista, para quien uno de sus mayores logros fue aumentar el presupuesto destinado a la política cultural, aunque "en un porcentaje más bajo de lo que me hubiera gustado".

Una de las razones que le impulsaron a dejar su cargo en el gobierno fue el problema que le ocasionó "el exceso del uso de la voz hablada". Una cirugía y una rehabilitación han servido para que ahora haya recuperado las facultades para cantar. "La vejez también es un factor importante, pero, con los cuidados normales podré seguir cantando tiempo", apunta mientras asegura que "el niño que siempre fui lo tengo conmigo, sigue ocupándose de ver cómo crece, cómo se desarrollan las individualidades que van llegando".

Autor de "casi quinientas canciones", Gilberto Gil disfruta ahora de tener tiempo para la composición, una faceta que abandonó durante su paso por el Gobierno.

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