Cultura

La Fundación Picasso edita los cinco últimos libros sobre el pintor

  • La publicación complementa la colección 'La hoja que se ríe asomada', una recopilación de textos sobre su obra

Pablo Picasso vio en el cubismo "una manera rápida de medrar" y creó un universo para poner en evidencia "una dimensión cuyo valor y belleza no pueden ser concebidas sino por la visión de los sapos", según escribió en una furibunda crítica publicada en 1923 el pintor José Blanco Coris. Este texto es uno de los cinco que completan la colección La hoja que se ríe asomada, editada por la Fundación Picasso durante los últimos cinco años para recopilar textos publicados en vida del artista sobre su obra, y que se despide ahora con 25 entregas.

"Aconsejado por su padre", Picasso comenzó a pintar y "sus primeras producciones de paleta son sensatas, de dibujo firme" y de "seguir por el camino emprendido, podría figurar entre los pintores notables españoles", según aseveró Blanco Coris.

Calificó su cuadro La muerte de Pierrot como "completamente infantil" y lamentó que Picasso no era "más que un sugestionado por una falsa corte de aduladores interesados en sostener un símbolo extraño salido de las cenizas de la historia de las Bellas Artes". "Picasso merece la penalidad de los grandes remordimientos de conciencia, porque es un renunciador de la pintura española", sentenciaba. "Esa sagrada enseña de la pintura española flameará muy alta, a pesar de la exaltación de cuatro ilusos que nos van a descubrir un Nuevo Mundo con el cubismo, el naturismo, el futurismo, el dadaísmo y el mamarrachismo", añadió.

También está presente Juan Ramón Jiménez, quien utilizó a Picasso como pretexto para un retrato lírico que permaneció inédito hasta 1961. "Al alba, Picasso se había quedado en mí, en la cima de mi cabeza, por decirlo así, y en el vértice de mi corazón -hacia el otro cielo-, con un prestijio juvenil -actual y futuro-, como el que de antiguo y sobre el de todos los pintores que han sido y sean -y no le veo fin al y serán- tiene El Greco", escribió Juan Ramón con su peculiar ortografía plagada de jotas.

Desde el antagonismo político que los separaba, un poeta afecto al régimen franquista como José María Pemán le dedicó a Picasso en el diario ABC un regalo por su 90 cumpleaños en el que resaltaba sus raíces andaluzas y malagueñas y los amigos y artistas que le rodearon a lo largo de su vida e influyeron en su obra. "Picasso ha estado rodeado sucesivamente de ruedas humanas con forma de estrella; formadas por una zona circundante de estímulos y sugestiones que proveen al artista de ese primer calor de comprensión, una vez vencida la arriesgada tentación de dialogar, trasnochar y, en definitiva, no trabajar", afirmó Pemán.

Antoni Tápies escribió en México un obituario tras la muerte de Picasso en 1973 en el que ponía el énfasis en su compromiso político y consideraba que se había "convertido para todo el mundo en el gran héroe de la Paz, en el gran símbolo de la Libertad".

La colección se completa con una reseña de 1944 que escribió Margarita Nelken sobre una exposición en México de Picasso.

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