En el universo flamenco el regreso a los escenarios de Eva Yerbabuena tras su segunda maternidad tiene un aura especial. La bailaora, después de 18 meses "viendo los toros desde la barrera", encara un 2013 lleno de retos y de reencuentros con un público que la adora por motivos tan diversos como su arte por soleá, su maestría coreográfica o su insobornable compromiso con el arte jondo más desgarrado y sin concesiones. Ese camino de creadora veraz, en el que ha hallado cómplices como la recordada Pina Bausch -a la que cita "porque me insistió mucho para que bailara con música de violín, un instrumento que por fin se incorpora a mis proyectos"-, es el que Yerbabuena reanudará los días 15 y 16 de marzo en el teatro de danza más emblemático de Europa: el Sadler's Wells de Londres. Allí abrirá la décima edición del Flamenco Festival con el estreno absoluto de AY!, un espectáculo que ella define como "el resultado de una reflexión que ha durado año y medio. Uno nunca encuentra el momento de desconectar por completo del baile pero mi niña, Marieta, lo dictó todo, incluso el título de este montaje, que fue su primera palabra. No dijo mamá ni papá, dijo ay".

La obra, que no tiene argumento, es una propuesta formalmente sencilla en la que bailará por livianas, tarantos, caña, tangos, soleá y nanas, "y poco más. Y sin cuerpo de baile. Como decía mi abuela, más sola que mindola". "Empecé con 16 años y nunca había parado", explica Eva. "Ahora tengo 42. Cuando me dijeron que estaba embarazada fue una cosa grandiosa, caída del cielo, pero los problemas que surgieron al principio me empujaron a colgar los zapatos y no pisar mi estudio, a descansar. Eso me dio la oportunidad de meditar sobre mi proceso creativo".

Su vuelta a las tablas se produjo en noviembre pasado en la India; en torno a esa fecha comenzó a montar AY! con su marido, el guitarrista Paco Jarana. El toque, la percusión y ese violín "que me está ayudando a sacar fuera todas las inquietudes y pensamientos que he tenido en estos meses sin bailar", dice, son los elementos esenciales de la propuesta, el primer estreno mundial que acoge el Flamenco Festival. En marzo, Yerbabuena tiene otras citas destacadas: el seminario que del 3 al 6 imparte en el Festival de Jerez y la clausura del mismo con la reposición de Federico según Lorca, espectáculo que estrenó en 2011 en el Festival de Música y Danza de Granada.

En Sevilla, donde reside, la artista será en mayo una de las protagonistas del proyecto municipal Santas de Zurbarán, que aunará música, arte y moda en el Convento de Santa Clara. "Ayer tuve mi primera reunión con la Orquesta Barroca de Sevilla. Nunca antes he coreografiado a partir de músicas históricas y será todo un desafío. A ver qué sale". La granadina contará con 10 bailaoras y hará una breve pincelada coreográfica para cada diseño "porque hay que sacar un total de 21 trajes", enumera. En este proyecto los grandes modistos españoles recrean los singulares atavíos de las vírgenes mártires pintadas por Zurbarán en el siglo XVII. Ella aún no sabe qué palo bailará pero lo hará ceñida a un espectacular vestido del Premio Nacional de Moda Elio Berhanyer.

Tras el espectáculo inaugural de Yerbabuena, el Flamenco Festival de Londres ofrecerá hasta el 27 de marzo una veintena de representaciones que propondrán "una visión intimista y de autor del arte jondo", según su director, Miguel Marín. Actividades paralelas como residencias creativas, colaboraciones, la serie experimental Tapeo's y un festival gastronómico son otros reclamos de este rutilante escaparate, que contará con 48.000 euros de presupuesto: el 80% se obtiene por taquilla y un 20% lo sufragan diversas administraciones. La Junta de Andalucía (con 50.000 euros más la contratación del Ballet Flamenco de Andalucía, que ofrecerá su espectáculo Metáfora del 21 al 23) encabeza el aporte institucional, que completan el Ministerio de Cultura, la embajada de España en Londres y la Bienal de Flamenco, que lleva Romances, producción propia del festival sevillano con dirección de Juan Kruz y el sello de su ex directora Rosalía Gómez.

El flamenco más contemporáneo llega al Sadler's Wells con Israel Galván, que presentará La Curva el domingo 24, y Rocío Molina, que ofrecerá Danzaora el 19 de marzo. "Es un trabajo que encaja muy bien en festivales tanto de flamenco como de danza contemporánea", explica la malagueña, que este sábado mostrará en el Festival de Jerez Afectos junto a Rosario la Tremendita.

El flamenco más racial lo pondrá Farruquito (17 de marzo) con Abolengo, el homenaje a Carmen Amaya y su abuelo Farruco en el que comparte protagonismo con Karime Amaya. Para Farruquito, este espectáculo sin argumento "deja mucho espacio a la improvisación, y recuerda por alegrías, seguiriyas, jaleos, soleá y bulerías de Cádiz a estas dos leyendas del jondo". El sevillano, que participó en la génesis del Flamenco Festival, reconoce que le ilusiona mostrar en su décimo aniversario la evolución que ha experimentado su baile. "Ahora me gusta más disfrutar los detalles que la fuerza y la técnica. Necesito mucho del cante y la guitarra, del ambiente y el clima que se crea entre todos los intérpretes. Mi abuelo Farruco, más que movimientos, me daba consejos. Su filosofía es la que guía mis pasos", declara.

Estrella Morente, que presentará Autorretrato (18 de marzo), el concierto de Tomatito (19) y la gala flamenca que pondrá reunirá a Sol Picó con Antonio Canales, Carlos Rodríguez, Belén López y Jesús Carmona (25, 26 y 27) son otros platos fuertes de esta muestra, que incluye también clases magistrales de Rubén Olmo y Olga Pericet.