Cultura

Un Don Juan "joven" e "iconoclasta"

  • El Teatro de la Maestranza estrena mañana su producción del 'Don Giovanni' de Mozart, interpretado por el uruguayo Erwin Schrott · Antoni Ros-Marbá y Mario Gas dirigen la música y la escenografía

El Teatro de la Maestranza estrena mañana Don Giovanni, de W. A. Mozart, una producción propia para la que ya no quedan entradas y en la que participan el barítono Erwin Schrott, uno de los valores emergentes de la lírica internacional, el director musical Antoni Ros-Marbá y Mario Gas, responsable artístico del Teatro Español, que debuta en el Maestranza como autor de la escenografía. Coproducido por la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales, patrocinado por Cajasol y con colaboración del Ayuntamiento, el montaje, "respeta la esencia" de la ópera, dice Gas, aunque introduce "una serie de novedades" que, según Schrott, pueden causar "polémica" o "sorpresa", al menos entre quienes conozcan ya la historia.

La sensación ayer, en la presentación, fue el intérprete de Don Juan, un cantante uruguayo de 35 años que actuará por primera vez en la ciudad y que se desenvuelve en el escenario "como si hubiera nacido escuchando esta música, como si una estrella le hubiera dicho tú eres Don Juan", si atendemos a Ros-Marbá, y que en este momento, en el panorama internacional, es "el Don Juan de donjuanes", si hacemos caso a Mario Gas. Lo cierto es que Schrott está habituado ya a encarnar al mito en sus múltiples manifestaciones, desde el Don Juan "aniñado, afeminado y caprichoso" que hizo en Londres al individuo "estático e incapaz de disfrutar de nada" al que dio vida en un montaje que representó en Los Ángeles.

En esta ocasión, y después de pasar un mes en Sevilla, "caminando por sus calles y respirando el mismo aire que a Don Juan le faltaba si no tenía a sus mujeres", Erwin Schrott afronta su papel con "gran responsabilidad" y tras haber aprendido "muchísimo" sobre el personaje, que en el Maestranza mostrará una cara "real, creíble y cercana".

Para Ros-Marbá, Don Giovanni es la obra "más completa y perfecta" de las escritas por Mozart . "Por eso, y porque presenta escollos constantes, me he acercado a ella con gran respeto", dice el director musical, que regresa a una de sus "casas", donde ha dirigido en los últimos años repertorios sinfónicos y las óperas Salomé y Don Carlos. Mario Gas, que trabaja por primera vez con el catalán, también ha querido ser "fiel" al original mozartiano, aunque su manera de intentarlo ha sido asumiendo el "brutal espíritu iconoclasta" que en su opinión demostró tener su compositor y proyectarlo en esta adaptación. De su planteamiento escénico sólo adelantó que primará el "lenguaje de sombras", para evocar un ambiente nocturno y confuso. Lo que le interesa a Gas del mito del burlador es su carácter proteico: "Cada persona, cada época, cada autor, lo ha interpretado de manera distinta, porque la esencia del personaje se adapta a todos los prismas".

Desde el punto de vista, este dramma giocoso con libreto de Lorezo Da Ponte y recubierto con una extraña melancolía destaca por su "vitalidad desenfrenada", que es como una "carcajada que rompe todos los sistemas establecidos", y el posterior "viraje brusco hacia lo sobrenatural, la magia y el terror", quizás para "impresionar a los biempensantes". Al final, dice Gas, llega la "moralina", el "tender la mano a la convención", sobre todo para poder "estrenar" la obra.

Con el objetivo de que el montaje resulte "fresco, joven y poliédrico", como el mismo mito, sus responsables han decidido darle una pátina de actualidad introduciendo, dice el barítono Schrott, "cositas que están pasando en el mundo" y que seguramente, añade el uruguayo, muchos habrán visto en la televisión. Por la inclusión de estos "ganchos políticos" se sabe además que la acción no estará ambientada en el siglo XVII.

En el montaje participan también, aunque con una "intervención pequeña", el Coro del Maestranza, dirigido por Julio Gergely; el escenógrafo Ezio Frigerio; Franca Squarciapino como responsable del vestuario; y el iluminador Vinicio Cheli. En total, 135 intérpretes que estarán en un momento u otro en el escenario y más de 80 técnicos levantarán durante las cuatro funciones de esta ópera.

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