Cultura

Culpa y redención

CineBox Aqualon Puerto Huelva.- T.O.: 'Stone'.- Producción: Estados Unidos, 2010.- Duración: 105 minutos.- Dirección: John Curran.- Guión: Angus MacLachlan basado en su propia obra teatral.- Fotografía: Maryse Alberti.- Montaje: Alexandre de Franceschi.- Diseño de producción: Tim Grimes.- Intérpretes: Robert de Niro, Edward Norton, Milla Jovovich, Frances Conroy, Linda Broston, Enver Gjokaj, Liam Ferguson, Richard Goteri, Pepper Binkley

Cualquier película con un trío protagonista como tiene la que hoy nos ocupa, supone un fuerte atractivo para el espectador, si bien el director de la misma, John Curran, de muy corta filmografía en la que sólo podemos destacar muy generosamente El velo pintado (2007), no nos depara mayores alicientes. Y así, el seguimiento de Stone nos lleva a una conclusión en la que sólo los intérpretes, con un gran esfuerzo, salen más o menos airosos de la experiencia. El espectador me parece que ni eso. Pero vayamos por partes.

En principio, el argumento nos presenta a Jack Mabry, quien pocos días antes de jubilarse como oficial de libertad condicional, recibe el encargo de revisar un último caso. Se trata de un hombre, Gerald Creeson, apodado Stone, que intentó encubrir el asesinato de sus abuelos provocando un incendio. La posibilidad de un indulto anticipado y el paso a la libertad condicional consiguiente va a provocar un serio problema para el policía Mabry, escasamente convencido de que Stone esté rehabilitado. El acoso que la esposa de éste ejercerá sobre Jack suscitará situaciones y efectos de inesperadas consecuencias para los protagonistas.

Con la apariencia de un thriller carcelario, basado en la obra teatral de Angus MacLachlan, autor del guión, Stone se nos presenta como una nueva especulación entre la culpa o el delito y la redención o la rehabilitación siempre conflictivas, junto a divergencias religiosas que se interponen en el relato. Ni la incertidumbre ofrece grados de gran interés para el espectador ni el aspecto carcelario es tan intenso, salvo algún pasaje que se pierde sin mejores resultados. Y todo ello porque ni el guión ni la realización de John Curran han sabido recrear en imágenes una base argumental demasiado densa y viscosa en sus fundamentos narrativos.

Como historia moral se sostiene a duras penas y en ocasiones decepciona rotundamente, tal vez, sobre todo, porque John Curran no ha sabido articular tan ambiciosa narración con los instrumentos más viables para el espectador. Como quiera que sea los actores de la categoría de Robert de Niro -demasiado sobreactuado a veces-, Edward Norton y Milla Jovovich, tratan de mejorar con su talento las carencias de la película que protagonizan, pero no lo consiguen. Tratándose de una obra interesante su desarrollo cinematográfico desluce el atractivo de la trama.

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