Cultura

Clooney derrocha encanto, pero sus 'Monuments Men' no convencen

  • La estrella presenta en la Berlinale una odisea de unos pocos hombres contra el expolio artístico nazi

Para una inmensa mayoría, ayer era el Día D de la Berlinale. Centenares de fans -y periodistas- se arremolinaban a las puertas de Hotel Hyatt de la capital alemana para tratar de atisbar, aunque sólo fuera por unos segundos, cómo es en carne y hueso el dueño de una de las sonrisas más seductoras de Hollywood.

En la tercera jornada del Festival de Berlín, Clooney estrenaba mundialmente su último y esperado trabajo, el drama bélico The Monuments Men. Pero aunque derrochó encanto por doquier, en lo cinematográfico su película quedó muy por debajo de las expectativas de la crítica. La valoración del jurado nunca se sabrá, pues el filme se presentaba fuera de concurso.

The Monuments Men se inspira en el libro homónimo de Robert M. Edsel para narrar la historia de un grupo de hombres singulares que, en los estertores de la Segunda Guerra Mundial, se embarcaron en una auténtica misión imposible: recuperar las obras de arte robadas por los nazis y devolverlas a sus legítimos dueños.

"Cuando leímos el libro pensamos que era una historia diferente, algo que mucha gente desconocía y que merecía la pena contar", explicó Clooney, que dirige, produce y protagoniza el filme. "No es una cuestión de patriotismo, sino de contar la historia de un grupo de personas excepcionales que hicieron algo por primera vez en la historia".

Matt Damon, Bill Murray, Jean Dujardin (The Artist) y John Goodman, entre otros intérpretes de los que se dicen de relumbrón, encarnan a las órdenes de la estrella a este pequeño batallón de historiadores de arte y directores de museos que, pese a doblar en edad a los soldados del frente, se enfundaron el uniforme y desembarcaron en Normandía con el objetivo de preservar una parte no pequeña del legado cultural de la humanidad.

Clooney da vida en la película a George Stout, un restaurador de arte estadounidense que concibió la idea de los conocidos como Monuments Men. Él y sus hombres, tan ajenos a las técnicas de guerra, arriesgarán sus vidas para salvar cuadros y esculturas en una odisea titánica en la que contarán con la ayuda de Rose Valland (a la que da vida Cate Blanchett), miembro de la Resistencia francesa y empleada del museo Jeu de Paume de París.

Artista frustrado (fue expulsado en dos ocasiones de la prestigiosa escuela de Viena), Adolf Hitler quería convertir su ciudad, Linz, en una metrópolis del arte. El centro neurálgico de su utopía era el Führermuseum, que albergaría la mayor colección de obras maestras del mundo, desde el altar de Gante a la Madonna de Brujas. El principal ejecutor del expolio fue su número dos, Hermann Göring, que aprovechó para quedarse con un buen número de tesoros. En total, más de cinco millones de cuadros y esculturas, desde Miguel Ángel a Rembrandt, Da Vinci, Monet, Vermeer o Van Eyck, fueron robados y estuvieron a punto de ser destruidos en la locura final del nazismo.

"Hemos hecho películas bastante cínicas durante un tiempo, pero no somos tan cínicos", bromeó Clooney, un hombre que protagoniza los sueños de miles de mujeres, como se encargó de recordarle una periodista mexicana. "Lo sé", espetó muy serio Bill Murray -que también tiene un papel en el filme-, entre las risas de los asistentes a la concurridísima rueda de prensa a la que sólo faltó Blanchett.

Además de derrochar carisma y sonrisas, Clooney también manifestó sus buenas intenciones cuando una reportera le preguntó su opinión sobre el patrimonio que Grecia reclama desde hace años a Reino Unido. "Creo que sería muy justo y un gesto muy bonito que le fuera devuelto", señaló el actor.

Sin embargo, pese al atractivo de la historia y su actualidad -a finales de 2013 fue hallada en Múnich una valiosa colección de arte robado por los nazis- The Monuments Men dejó fría a la crítica con una aproximación un tanto superficial, personajes poco desarrollados y un conjunto muy alejado de anteriores trabajos del director, desde Buenas noches, y buena suerte a Los idus de marzo.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios