Cultura

Clásicos a la luz de la luna de verano

  • Ron Lalá vuelve al escenario del Patio de Armas para abrir el festival el 14 de julio

  • Raúl Arévalo protagoniza 'Nerón' el 4 de agosto

  • 'Rey Lear' destaca entre obras de Lope y Calderón

En un mes se levanta el telón en el Castillo de los Guzmán y vuelve el teatro a Niebla cargado de referencias clásicas que dan sustento a la magia de esas noches de sábado de julio y agosto. Vuelven Lope de Vega, Shakespeare y Calderón, pero este año con una programación muy especial y variada que da carácter especial, también una vez más, al XXXIV Festival de Teatro y Danza Castillo de Niebla.

En un programa principal compuesto por seis espectáculos, hay apuestas de calidad que tendrán su refrendo con respaldo masivo del público, como seguramente ocurrirá el 14 de julio, con la apertura a cargo de Ron Lalá. Y también una producción nacional de postín para este verano de 2018, con el Nerón que escribe Eduardo Galán y que protagoniza Raúl Arévalo, uno de esos actores presentes en toda película española que se precie de los últimos años. Hay Shakespeare, sí, pero con un Rey Lear desconocido en el Patio de Armas de Niebla; vuelve La vida es sueño, pero esta vez con audacia en el montaje de Teatro del Temple, y un excepcional Lope en El caballero de Olmedo de Noviembre Teatro. Aunque quizá habría que poner por delante de todas las obras el apunte de danza en el cartel, en la sobresaliente alianza de la bailaora Rafaela Carrasco y el dramaturgo Álvaro Tato, que homenajean a cuatro autoras del Siglo de Oro (Santa Teresa de Jesús, María de Zayas, María Calderón y Sor Juana Inés de la Cruz) con Nacida sombra.

No le faltaba razón ayer razón al presidente de la Diputación, Ignacio Caraballo, cuando se refería al festival como el "buque insignia cultural" de la institución provincial. Realmente, de todo el verano onubense, clara referencia nacional. Y anual. Lourdes Garrido, más que como diputada de Cultura, hablaba como aficionada al teatro cuando aseguró que la oportunidad de disfrutar cada año de un programa como el que ofrece el Festival de Niebla es "todo un regalo y una necesidad", en ese crecimiento personal para "madurar culturalmente".

Por eso hay mucho agradecimiento siempre detrás de un cartel que no tiene fácil llevar primera calidad al público entre tantos festivales de clásico que proliferan en la escena española. El de Niebla, dijo Caraballo, tiene sobradas razones de ser en su aportación a la programación cultural, a los atractivos turísticos de la Huelva estival y a una de las localidades de la provincia, la iliplense, que es motivo de orgullo y reivindicación permanente, más en este año que se celebra el 650 aniversario del Condado de Niebla. Quizá por eso hay un presupuesto detrás del festival que supera los 385.000 euros, en la apuesta de la Diputación por mantenerse entre la élite del teatro nacional, con un prestigio ganado a pulso hace mucho en las 33 ediciones precedentes.

Se mantiene el reto de los ciclos paralelos, Atrévete y A escena!, llamados a tener más protagonismo en futuras ediciones para potenciar esa estrecha relación entre público y festival, con las calles de Niebla como fondo. Porque si hay una razón de ser, auténtica y poderosa, es la fidelidad del público, para el que se mantiene, doce años después, los mismos precios, de 15 y 20 euros, para las entradas de cada espectáculo que en unos días estarán a la venta. Aunque experimentar la magia de la luna sobre el castillo sí que no tiene precio.

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