música | II Black music fest · blues y ritmos africanos

Baile contagioso al ritmo de blues

  • La Plaza de las Monjas reivindica la calle como escenario urbano en la temporada estival

  • Ray Low, Víctor Puertas y The Big Jamboree revolucionan la primera gran jornada del ciclo

No hay nada mejor que entrar en la temporada oficial de verano, en el mes de julio, al ritmo de la música en plena calle, al aire libre, como marca el manual de las actividades culturales estivales. La segunda edición del Black Music Fest - Blues y Ritmos Afroamericanos hizo anoche los honores en pleno centro de la ciudad, en la Plaza de las Monjas, donde un público deseoso de propuestas de este tipo respondió a la llamada del Ayuntamiento. Cientos de onubenses se reunieron esta vez en la plaza sin que mediara una manifestación, sólo un festival de música con un cartel sin estrellas populares pero con argumentos sobrados para responder a las expectativas de cualquiera y la "excelencia cultural" que mueve a la concejal del área, Elena Tobar, en el diseño de su programación.

En la primera jornada del ciclo ideado por Música Fundamental se subieron al escenario tres bandas que garantizaban el ritmo al que apelan para movilizar al público. A las 21:30 abrió el programa la única referencia local en el cartel, Ray Low & The Blue Experience, que no es ninguna concesión a la escena onubense. Detrás de esta marca hay músicos de solvencia y experiencia contrastadas en las últimas décadas, como el propio Ray Low, que hizo historia con un grupo mítico, The Blackcats, de Huelva al resto del mundo.

Nacionales fueron también las dos propuestas siguientes, aunque también con una trayectoria que hace años les ha llevado a escenarios de todo el mundo. El catalán Víctor Puertas es considerado uno de los principales virtuosos de la armónica de blues en todo el mundo, elogiado por referentes históricos, y situado entre lo mejor, ahora con su nuevo proyecto solitario acompañado por The Mellow Tones.

Y el cierre de la jornada lo puso The Big Jamboree sin que fuera improvisado. Qué mejor fin de fiesta que una gran banda de ocho tipos, consumados animales del escenario, contagiando de diversión al público. Ellos fueron los encargados de la transición de la medianoche, esa entrada enérgica en el mes de julio, obligando al baile con mucho rhythm & blues.

Ya el jueves hubo un anticipo de esta fiesta del blues y del verano que se centra en la Plaza de las Monjas: formato reducido en tres restaurantes de la ciudad, La Bohemia, Puro Chup Chup y Ruben's, como aperitivos muy especiales. El planto principal, postre incluido, se degustará hoy en plena calle, donde siempre sabe mejor.

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