Cultura

Esto es lo que hay

Con su polémica o sin ella, por parte de todos los que quieren despojar el documental de tanta morbosidad acumulada, disfruta de la más inmensa popularidad en todo el mundo, pese al rechazo de algunos de los fans del rey del pop. Nadie se ha resistido al inmenso interés por volver a ver a Michael Jackson a través de este intenso registro de los preparativos de esa gira frustrada por su muerte. De esta manera, aunque en nuestras salas al día de hoy haya tenido que competir duramente con el predicamento de films como Ágora, Millennium 2: la chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina y La cruda realidad, This is it es todo un acontecimiento en las carteleras internacionales y también en las nuestras.

"Había ese deseo de volver a visitar a Michael, una experiencia más con él", manifestaba el director de la película Kenny Ortega. Sin embargo no todos están de acuerdo en la manera de administrar el legado del ídolo del rock. Este importante documento fílmico ve la luz de las grandes pantallas perpetuando el mito y la memoria del ya legendario cantante. La película es consecuencia del material grabado durante los últimos ensayos de esta gran figura del pop, con los que preparaba concienzudamente la gira que nunca existió con la que pretendía volver a los escenarios de Londres. Se trata de un material fílmico rodado el pasado mes de junio en el Staples Center de Los Ángeles -donde, precisamente, se celebró su póstumo homenaje- y The Forum en Inglewood, California, resultado de su intensa preparación para esta serie de cincuenta conciertos que nunca llegó a celebrar, ya que, como se recordará, murió el pasado 25 de junio a los cincuenta años de edad. Un documento con el que Jackson quería deslumbrar una vez más a sus innumerables admiradores.

Todo un acontecimiento en el cine musical en un caso sin precedentes ya que jamás se produjo un evento similar de un excepcional divo de la música por el que la distribuidora Sony, ha pagado sesenta millones de dólares por los derechos y que ha supuesto la distribución de quince mil copias que son las que ahora conocen las grandes pantallas en todo el mundo. Estamos ante el estreno musical en el cine de mayor envergadura a tono, diríamos, con la fama del personaje y el predicamento que ha generado su misteriosa muerte, todavía no del todo esclarecida. Por encima de opiniones y simpatías, de aprecios musicales y favoritismos, la entidad del fenómeno Michael Jackson, con toda su compleja vida a cuestas, sus conflictos de identidad, sus polémicos comportamientos, la fragilidad de su genio y sus problemas de salud, su talento musical y creativo resulta absolutamente indiscutible. Esta película, con esas singulares actuaciones, corrobora la peculiaridad, la originalidad y la personalidad del antiguo miembro de los Jackson Five.

Podemos apreciar como el director de esta realización, Kenny Ortega, y su director musical y productor asociado Michael Bearden han tratado de ser fieles al espíritu perfeccionista y meticuloso del cantante y han conservado los momentos estelares de esa larga grabación, nada menos que cien horas de filmación, sintetizada en estos 111 minutos que ahora se exhiben en las salas cinematográficas de ciento diez países simultáneamente. En este metraje reducido del registro total están no sólo las evoluciones, movimientos y coreografía genuinamente personal de Michael Jackson sino también la interpretación de los mejores éxitos que le hicieron famoso en todo el mundo. Permite apreciar, además, el genio del artista y su extraordinaria capacidad creativa. Ello nos da idea de lo que podría haber sido esta gira internacional que, desgraciadamente, nunca llegó a celebrar.

El que fuera un gran innovador de la música tiene en esta película el resumen emotivo de un legado que perpetuará para la posteridad la memoria y el mito de uno de los más grandes ídolos musicales de nuestra época.

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