Cultura

África desde otra perspectiva

  • El Museo Guggenheim de Bilbao acoge hasta el 21 de febrero una muestra que analiza cómo el diseño acompaña e impulsa el cambio político y económico del continente

"A menudo pensamos en el diseño como una cuestión formal asociada a la tumbona de Le Corbusier y a los grandes objetos de principios del siglo XX. Pero ahora el diseño es más informal y el continente africano se presta a explorar esa idea en profundidad", explica Petra Joos, la coordinadora de la exposición Making Africa. Un continente de diseño contemporáneo que, producida por el Vitra Design Museum, acoge el Guggenheim Bilbao hasta el 21 de febrero.

La muestra, comisariada por Amelie Klein, ofrece un conjunto de voces diferentes que rompen las definiciones convencionales de diseño, arte, fotografía, cine y arquitectura para mirar al futuro de un continente que, lejos de ideas preconcebidas, rebosa creatividad.

"El principal reto era ofrecer una nueva historia, una de las muchas posibles que surgen al mirar a África", escribe en el catálogo Amelie Klein, directora del museo que la firma de muebles de diseño Vitra abrió cerca de Basilea en otro edificio icónico de Frank Gehry. A Klein le sorprendía "lo infrarrepresentado" que está el diseño africano en las salas de venta y en las muestras de los museos y galerías de todo el mundo. E igualmente le llamaba la atención el tono "condescendiente" con que la mayoría de los comisarios se aferraban a la vieja imagen de África: la de un continente fallido.

Por eso, las creaciones contemporáneas de más de 120 artistas y diseñadores reunidas ahora en Bilbao, aunque conectan con ese momento a mediados del siglo XX cuando la generación joven celebraba la liberación del colonialismo, ilustran fundamentalmente cómo el diseño acompaña e impulsa ahora el cambio político y económico en África. "Pero sin pretender reflejar una imagen completa del continente, algo imposible porque allí además de 54 naciones hay más de 2.000 lenguas y culturas y 1.000 millones de habitantes", precisa Petra Joos.

Dividida en cuatro secciones, la primera, titulada Prólogo, aborda las nociones preconcebidas que Occidente tiene de África y es el eje del nuevo relato que aquí se da. Durante dos años, en capitales como Lagos, Dakar, Ciudad del Cabo, Johannesburgo, El Cairo y Nairobi, 70 influyentes creadores opinaron sobre cuestiones clave como qué es el diseño, qué es África y qué es el diseño africano.

De sus conclusiones (pueden verse 22 de las entrevistas en este Prólogo) surge la tesis del proyecto: África va mucho más allá de la hambruna, la corrupción y los paisajes imponentes. Y, no menos importante, el diseño africano cubre un espectro amplísimo que trasciende temas como el reciclaje, la artesanía tradicional o el diseño humanitario. "Hay que abordar urgentemente un cambio de perspectiva en vista de los desarrollos actuales", subraya Amelie Klein citando como metáfora de esta nueva óptica las gafas-escultura del artista keniano Cyrus Kabiru, una de las obras clave reunidas aquí.

Las tres siguientes secciones exploran la relación entre el individuo y el grupo (Yo y Nosotros); la influencia del entorno sobre el resultado creativo (Espacio y Objeto); y cómo el tiempo (Origen y Futuro), desde el pasado precolonial y colonial, al pasado reciente y el futuro, inspira a estos creadores.

Los artistas seleccionados, fundamentalmente urbanos, se mueven a caballo entre dos mundos (a menudo, África y Europa o los Estados Unidos) y son, en su mayoría, nativos digitales en cuya vida cotidiana los teléfonos móviles con acceso a internet suponen la principal plataforma (y la de los 650 millones de africanos que poseen estos dispositivos) para comunicarse con el mundo.

El Guggenheim plantea así un viaje a un África sorprendente del que destacamos varios nombres y claves a los que seguir la pista.

Okwui Enwezor. El comisario de la 56ª Bienal de Venecia y de la segunda Biacs de Sevilla, nigeriano formado en Estados Unidos, ha sido el asesor principal de Making Africa. Su tesis es que el diseño, "y Le Corbusier ya era consciente de esto", puede cambiar la sociedad. "Hay que superar la idea de carencia que suele definir a África en general", subraya Enwezor.

Interdisciplinariedad. Los artistas africanos trabajan con más de una herramienta y sus obras no se pueden clasificar en una categoría específica. Un ejemplo es el trabajo sobre los derechos de las minorías sexuales del keniano Jim Chuchu, músico, cineasta, fotógrafo, diseñador y fundador del espacio artístico The Nest.

Moda. Buki Agbakiaka, diseñadora nigeriana que se formó en el Saint Martin College of Art and Design de Londres (debutó con una colección dedicada a Fela Kuti), y Amaka Osakwe, que creó en 2010 en Lagos la marca Maki Oh, ilustran la exitosa moda internacional con raíces tradicionales.

Mercator. La representación cartográfica que este geógrafo realizó en 1569, donde mostró por primera vez África y dio a Europa un tamaño mayor del real, está considerada una de las causas de la infravaloración del continente. En su obra El verdadero tamaño de África, Kai Krause muestra cómo en el mapa africano caben Europa, China, La India y EEUU.

ZIVA. Instituto de Zimbabwe que emplea herramientas digitales para que sus alumnos construyan otra visión de África inspirada en esta frase del escritor nigeriano Chinua Achebe: "Hasta que los leones tengan sus propios historiadores, las historias de caza siempre glorificarán a los cazadores".

Cómic. Anton Kannemeyer (Ciudad del Cabo, 1967) es uno de los grandes valores del cómic africano y en 1992 fundó Bitterkomix, la primera revista underground de Suráfrica. Es célebre su revisión satírica de Tintín en el Congo, donde Hergé dibujó a salvajes persiguiendo a su héroe.

Arte capilar. El nigeriano J.D. 'Okhai Ojeikere tomó durante 40 años más de mil fotografías para documentar en su serie Hairstyles la diversidad de los peinados de las mujeres nigerianas. En 2000 la Fundación Cartier de París catapultó internacionalmente su obra.

SAPE. Los Sapeurs de Brazzaville conforman una sociedad de "animadores y personas elegantes" que contrarrestan las penurias de su humilde vida cotidiana en el Congo recurriendo a una elegancia de inspiración parisina y colonial. El documentalista y fotógrafo español Héctor Mediavilla los ha popularizado en un anuncio para la marca de cerveza Guinnes.

Drum. Fue la revista más importante de África en las décadas de los 50 y 60 y la única que narró los años del apartheid desde la perspectiva de la población negra. Un hito en el periodismo africano.

Grafiti senegalés. El rostro más visible es Docta, alias de Amadou Lamine Ngom (Pikine, 1975), que actualmente trabaja en el proyecto Grafitis y salud para concienciar a los habitantes de Dakar. En 2009 creó Festigraff, cita de referencia mundial para pintores en spray.

FabLab. Esta red mundial de talleres que ofrece tecnologías de fabricación digital de código abierto a bajo coste ha hecho furor en África. El primero que se creó en Dakar se llamó Defko Ak Niep, que en wólof significa "Hazlo con otros".

Capulana. Así se llama en Mozambique (y kanga en África oriental, lamba en Madagascar...) a la típica tela africana. Teñidas a la cera, todo el mundo las percibe como africanas pero se fabrican en Holanda y están ligadas al dominio colonial. La marca más famosa es Vlisco, que las fabrica desde 1846. Zohra Opoku es una de las artistas más activas a la hora de reflejar las controversias que rodean al mercado de la moda y la industria textil en África.

David Adjaye. Célebre arquitecto nacido en Tanzania en 1966 y afincado en Londres. Fotografió durante diez años 53 ciudades para dar forma a su proyecto África urbana, donde da cuenta de la decadencia y gloria arquitectónica del continente y plantea una redefinición de su paisaje urbano.

Ikiré Jones. Marca norteamericana de moda masculina creada en Lagos por Walé Oyédijé, artista nigeriano educado en Filadelfia. Sus primeros catálogos los diseñó el ilustrador Olalekan Jeyfous, alias Vigilism: eran campañas ubicadas en escenarios distópicos de Nairobi, Johannesburgo y Lagos que incluían breves historias ilustradas con el rostro de la nueva África de finales del siglo XXI.

Kingelez. Fallecido recientemente, el artista congoleño Bodys Isek Kingelez creó durante años maquetas arquitectónicas futuristas con materiales humildes de mucho color. Sus ciudades ficticias representaban sus ideales socialistas y comunitarios. "Creé estas ciudades para que fueran lugares de paz, justicia y libertad. La alegría del mundo, a fin de cuentas, depende de las personas que lo habitan", defendía.

Afronautas. En 2014 el Festival de Sundance proyectó el cortometraje Afronauts del cineasta afincado en Nueva York Frances Bodomo (Acra, Ghana, 1988). Esta película, que se proyecta en la exposición Making Africa, repasa la historia real de un profesor de ciencias de Zambia, Edward Makuka Nkoloso, que intentó disputar a Estados Unidos y la URSS la carrera espacial y ser el primero en llegar a la luna.

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