El candidato del conservador Partido Nacional, Porfirio Lobo, se declaró ganador de las elecciones de Honduras del domingo, mientras que el oficialista Elvin Santos aceptó la derrota y el presidente de facto, Roberto Micheletti, anunció que entregará el poder sin condicionamiento alguno.
Lobo agradeció el reconocimiento de la derrota por parte de Santos, su principal rival, y aseguró que encabezará un Gobierno de unidad y reconciliación, cinco meses después del golpe de Estado que derrocó al presidente Manuel Zelaya.
"Haremos un Gobierno de unidad nacional, de reconciliación, no es tiempo ya de más divisiones", indicó Lobo en un discurso ante sus seguidores después de que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) le nombrara virtual ganador de los comicios con un 55,9% de los votos, una vez escrutado el 61,89% de los sufragios.
En su mensaje, Lobo anunció que convocará un gran diálogo nacional para hacer un "plan de nación" y, en una velada alusión al presidente derrocado, dijo que será "un diálogo abierto, amplio, sin descartar a nadie".
El ganador de las elecciones dijo que no va a permitir que el presidente venezolano, Hugo Chávez, ni nadie "se atreva a meter las narices" en la crisis que arrastra su país.
El TSE destacó que los comicios han contado con una participación del 61,3%, mientras que Zelaya y sus seguidores aseguraron que apenas llegó a entre un 30 y un 35%.
El mandatario depuesto el 28 de junio y desde septiembre en la Embajada de Brasil en Tegucigalpa afirmó que no aceptará sus restitución para legalizar las elecciones. "Ni restitución para legitimar el golpe ni para avalarles un proceso que está totalmente viciado de nulidad", subrayó.
Por su parte, Santos, que fue vicepresidente de Zelaya pero renunció en 2008 para buscar la candidatura por el Partido Liberal, reconoció la derrota ante Lobo, a quien felicitó por su triunfo en unos comicios a los que gran parte de la comunidad internacional dio la espalda al considerar que se desarrollaron en un marco de ruptura del orden constitucional.
Micheletti, quien votó en su ciudad natal de El Progreso, en el norte de Honduras, aseguró que entregará el poder "sin condicionamiento alguno" al virtual ganador de las elecciones.
"El equipo de Gobierno de transición completará su tarea entregando el poder sin condicionamiento alguno al gobernante que la mayoría de los ciudadanos hemos elegido", dijo Micheletti en una declaración escrita.
Agregó que los hondureños "desafiaron, al igual que este equipo de Gobierno, la presión internacional, el miedo que sembraron los sectores radicales, la intimidación de los enemigos del pueblo y todo el odio plantado para impedir el ejercicio en plena libertad del derecho soberano de hacer respetar nuestras leyes".
Micheletti se ausentó de la actividad pública el pasado día 25 y prevé regresar a la Casa Presidencial el próximo miércoles, cuando el Parlamento debatirá si restituye en su cargo a Zelaya.
Mientras tanto, Estados Unidos reconoció la "amplia victoria" del candidato del conservador Partido Nacional en los comicios que, en opinión del Departamento de Estado, cumplieron las normas internacionales.
Aunque gran parte de la comunidad internacional amenaza con no reconocer los comicios por celebrarse sin haber restituido en el poder a Zelaya, los cinco candidatos presidenciales subrayaron la importancia de los comicios como salida de la crisis política.
"Vemos que Lobo las ganó y le felicitamos. Él va a ser el próximo presidente de Honduras", aseguró Washington.
Las elecciones se celebraron en un clima de tensión reconocido por votantes y organizaciones de Derechos Humanos contrarias al Gobierno de facto, aunque algunos invitados para actuar como observadores en las elecciones elogiaron el desarrollo en calma y sin incidentes de la jornada en gran parte del país.
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