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Tres países limítrofes con Serbia reconocen la soberanía kosovar

  • El ministro serbio de Relaciones Exteriores afirma que las naciones que reconozcan la independencia no podrán "contar con buenas relaciones" con Belgrado

Croacia, Bulgaria y Hungría -tres países limítrofes de Serbia- anunciaron ayer el reconocimiento de Kosovo, en momentos en que los Balcanes se tambalean por la reciente declaración de independencia de la provincia serbia de mayoría étnica albanesa.

El ministro serbio de Relaciones Exteriores, Vuk Jeremic, reaccionó inmediatamente y afirmó que los países que reconozcan la independencia de Kosovo no podrán "contar con buenas relaciones" con Serbia.

Croacia y Hungría ya cumplieron ayer oficialmente con lo anunciado.

La decisión de Croacia corre el riesgo de fragilizar las delicadas relaciones que este país estableció con el país serbio tras la guerra de Croacia (1991-95), en el marco de la desintegración de Yugoslavia.

Hungría expresó por su lado preocupación por la situación de la minoría húngara que vive en la provincia autónoma serbia de Voivodina, ante posibles agresiones por parte de los nacionalistas serbios.

La declaración conjunta de Croacia, Bulgaria y Hungría explicaba que Kosovo proclamó su independencia el 17 de febrero "tras el fracaso de todos los intentos de la comunidad internacional para encontrar una solución negociada entre Belgrado y Pristina" sobre el estatuto de la provincia serbia.

El viceprimer ministro croata Slobodan Uzelac, representante de la minoría serbia en el Gobierno, presentó de inmediato su renuncia, aunque el primer ministro Ivo Sanader dijo que la rechazaría y que el asunto quedaba entonces en manos del partido político SDSS, al que pertenece el dimisionario.

Ese partido ya había amenazado con abandonar el Gobierno si Zagreb procedía a un reconocimiento "apresurado" de Kosovo.

La comunidad serbia representa un 4,5% de los 4,4 millones de habitantes del país Croata.

Esta iniciativa se produce en un contexto de creciente preocupación sobre la situación en la región, tras los disturbios registrados el lunes en Mitrovica (norte de Kosovo), los más graves hasta ahora.

Bulgaria y Hungría son miembros de la Unión Europea (UE), y Croacia negocia actualmente su entrada.

Unos 30 países, entre ellos Estados Unidos y 16 Estados miembros de la UE, reconocieron la independencia de Kosovo. Serbia llamó a consultas a sus embajadores en esos países.

Sin embargo, en opinión del analista político croata Davor Gjenero, Belgrado no puede reaccionar del mismo modo con el país croata.

"A causa de la presencia de una minoría serbia en Croacia, Serbia no puede deteriorar sus relaciones diplomáticas con Zagreb, a menos que quiera adoptar la política del pasado", declaró en alusión a las guerras que desgarraron a la ex Yugoslavia en los años 1990.

En 2007, los intercambios comerciales entre Croacia y Serbia se elevaron a cerca de 1.000 millones de euros, de los cuales 660 millones de euros en exportaciones de productos croatas a Serbia.

Como para cerrar las heridas de Belgrado, los tres países aseguraron en su declaración conjunta respaldar el rápido acercamiento entre Serbia y la UE, un proceso actualmente congelado.

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