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La derecha vence en Chile pero sin mayoría y habrá una segunda vuelta

  • Piñera gana las elecciones con un 44% de los votos pero deberá disputarse el poder con el candidato oficialista, Eduardo Frei · Las encuestas anuncian una clara ventaja para el derechista en la cita del 17 de enero

El candidato de la derecha chilena, Sebastián Piñera, ganó ayer las elecciones presidenciales, con un 44,23% de los votos, según el escrutinio oficial del 59,99% de las papeletas.

Piñera se enfrentará en segunda vuelta al aspirante oficialista, el ex presidente Eduardo Frei, quien obtuvo el 30,50%, según los datos oficiales del segundo recuento, dados a conocer anoche a las 20:05 horas (23:05 GMT) por el subsecretario de Interior, Patricio Rosende.

El tercero más votado fue el diputado independiente Marco Enríquez-Ominami, ex compañero de Frei en la Concertación.

A bastante distancia de los tres primeros candidatos se colocó el abanderado de la izquierda extraparlamentaria, Jorge Arrate.

Algo más de ocho millones de chilenos estaban convocados a las urnas para elegir al presidente del país que sucederá a la socialista Michelle Bachelet durante los próximos cuatro años.

Además, se renovó la mitad del Senado, de 38 miembros, y la totalidad de la Cámara de Diputados, de 120 asientos.

Piñera aseguró tras votar que "vienen tiempos mejores para Chile, y muy especialmente para los que más necesitan un buen Gobierno, los que están pasándolo mal y están sufriendo".

Frei votó en la localidad de La Unión (a 900 kilómetros al sur de Santiago), mostrándose confiado en pasar a la segunda vuelta y en triunfar en segunda instancia. "Aquí lo que se define son dos maneras, dos visiones de Chile. No queremos salto al vacío ni queremos vuelta al pasado. No creemos que las fuerzas del mercado y el dinero deben primar en una sociedad", señaló el candidato oficialista.

Por su parte, el independiente de izquierdas Marco Enríquez votó en Zapallar (170 kilómetros al oeste de Santiago) y se mostró confiado en que los chilenos se atreverán a votar por un cambio de verdad, en alusión a su opción rupturista. "Tengo mucha confianza en que la gente se va a atrever a votar por un cambio de verdad", dijo Enríquez, de 36 años, quien renunció al Partido Socialista para plantear una candidatura independiente, una jugada arriesgada en un país acostumbrado a partidos fuertes.

Cineasta y filósofo de profesión, hijo de un líder guerrillero abatido en la dictadura de Pinochet, Enríquez se situaba en el 17% de las intenciones de voto, detrás del 44% de Piñera y del 31% del oficialista Frei.

Una segunda vuelta parecía inevitable, una percepción corroborada por la presidenta Bachelet, al votar. "Todos sabemos que va a haber una segunda vuelta, así que esta primera va a ser muy importante, pero sin duda tendremos una jornada donde finalmente se elija al presidente de la República", dijo Bachelet.

En un escenario de segunda vuelta entre Piñera y Frei, las encuestas revelan una clara ventaja para el candidato derechista por 49 a 32%, pero eso no significa que todo esté dicho. "Cualquiera que sea el escenario que enfrente Piñera será desafiante. La centroderecha nunca hasta ahora ha sabido librar una campaña competitiva en segunda vuelta", afirma el analista político Héctor Soto.

Con una temperatura que en Santiago superó los 30 grados, los electores -que integran un censo de 8.285.186- formaron largas filas frente a los locales de votación. Las autoridades destacaron que el proceso fue "impecable".

Hasta poco después de mediodía la Policía sólo había reportado doce detenidos, la mayoría por negarse a ser vocales, ya que cuando falta algún integrante de una mesa, el jefe del local puede ordenar al primer votante que llegue a cumplir esas funciones.

También hubo otros detenidos por hacer proselitismo en centros de votación.

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