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Turquía arrebata Afrín a los kurdos

  • Erdogan apela al nacionalismo y al pasado otomano al festejar la conquista de la ciudad siria

El Ejército turco y las milicias sirias aliadas de Ankara arrebataron ayer a los kurdos la ciudad siria de Afrín y se hicieron con el control de todo el territorio de ese enclave homónimo, situado en el extremo noroeste del país. La incursión en la ciudad, el último reducto kurdo en la región, se llevó a cabo en unas pocas horas, desde la madrugada hasta la mañana de ayer, con el apoyo de bombardeos y fuego de artillería, después de que en los últimos días huyera la mayoría de la población civil hacia zonas controladas por el Gobierno de Damasco.

Horas después de que el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, proclamase la victoria en Afrín en un discurso en su país, los combates proseguían en algunos puntos aislados de la ciudad. Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, algunos milicianos kurdos se negaron a retirarse antes de la entrada de las tropas de Ankara y continuaron presentando resistencia en algunos focos mientras que las fuerzas turcas ya peinaban la zona tras tomar la urbe.

El control turco de la región se escenificó con el izado de la bandera de ese país en lugares clave, como el cuartel general de las Unidades de Protección del Pueblo, la principal milicia kurdosiria. Los soldados turcos destruyeron varios símbolos kurdos.

Afrín es una de las capitales de la autoproclamada federación del norte de Siria, que los kurdos han establecido en los territorios que dominan, y era considerado un enclave porque estaba separado del resto de territorios kurdos por una región controlada por grupos favorables a Ankara.

El líder turco, Erdogan, apeló ayer al nacionalismo y a viejas glorias bélicas otomanas al celebrar la toma de Afrín, que coincidió con el aniversario de la batalla de Galípoli en 1915, durante la I Guerra Mundial. Erdogan y el primer ministro, Binali Yildirim, participaron en la conmemoración de los caídos turcos en Galípoli, que cada año se celebra con gran pompa en las colinas cerca de la ciudad de Çanakkale, próxima al Estrecho de los Dardanelos.

La operación Rama de Olivo, lanzada el 20 de enero, tenía como objetivo expulsar del cantón de Afrín a las YPG, que dominaban este territorio de unos 2.000 kilómetros cuadrados en el extremo noroeste de Siria desde el inicio de la guerra civil. Ankara considera las YPG una organización terrorista por sus vínculos con el Partido de Trabajadores de Kurdistán, la guerrilla kurda activa en Turquía.

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