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Suecia centra en la crisis y el medio ambiente su Presidencia europea

  • El país nórdico estrena el liderazgo semestral con un llamamiento a las fuerzas políticas para que se concentren en los graves problemas que aquejan a la UE

Suecia asumió ayer la Presidencia de turno de la Unión Europea con un llamamiento a las fuerzas políticas para que se concentren en los graves problemas que aquejan a Europa y se olviden de los pulsos institucionales estériles.

"No es el momento de mirarse al ombligo", advirtió el primer ministro sueco, el conservador Fredrik Reinfeldt, en la rueda de prensa inaugural de la nueva Presidencia.

Suecia, uno de los estados más desarrollados de Europa, se ha propuesto lograr resultados tangibles en dos frentes prioritarios: la prevención de nuevas crisis financieras y un ambicioso acuerdo mundial contra el cambio climático. En ambas cuestiones, los europeos "no tenemos ni un minuto que perder", dijo Reinfeldt.

El nuevo presidente de la UE volvió a expresar su deseo de que se resuelvan cuanto antes las incertidumbres que planean sobre la designación de la nueva Comisión Europea, la institución que impulsa las políticas comunes.

En la misma rueda de prensa, celebrada tras la tradicional reunión entre el Gobierno de la Presidencia entrante y los miembros de la Comisión, el jefe del Ejecutivo comunitario, José Manuel Durao Barroso, defendió la conveniencia de que "no se debilite a las instituciones". Barroso, quien ha recibido el respaldo unánime de los gobiernos y ahora busca el del Parlamento, hizo ayer un llamamiento a socialistas y liberales para que, dentro de una "gran coalición pro europea", le apoyen en su intención de renovar su mandato al frente del Ejecutivo de la UE.

Preguntado por la prensa, el presidente de la Comisión se definió como un "reformador de centro" y rechazó categóricamente la "caricatura" que "algunos medios" hacen de él presentándolo como un neoliberal.

Barroso explicó que una institución como la Comisión no puede seguir una sola orientación ideológica. "En mi Comisión actual tenemos socialistas, pero también liberales y elementos del PPE (Partido Popular Europeo), y así será en la próxima", indicó. Por eso, "sería bueno que tuviésemos en el Parlamento el apoyo a comisarios que vienen de esas familias políticas".

También se expresó a favor de que el Parlamento vote cuanto antes, si es posible en 15 días, su confirmación como presidente, como recomiendan los jefes de Estado y de Gobierno. Pero "no soy yo quien va a presionar al Parlamento en un sentido u otro porque respeto mucho" a esta institución.

Por su parte, el primer ministro sueco valoró la aportación que Estocolmo puede hacer en este semestre a la prevención de nuevas crisis financieras y la consecución de un acuerdo internacional pos Kioto para la reducción de las emisiones contaminantes.

Respecto al restablecimiento de la confianza en el sistema financiero, Suecia, argumentó Reinfeldt, "aprendió mucho de su experiencia en los 90, cuando afrontó con éxito a una seria crisis bancaria fruto de una reglamentación imprudente y del abrupto final de su propia burbuja inmobiliaria.

La nueva Presidencia puso el énfasis también en la necesidad de que los gobiernos europeos, en números rojos por las multimillonarias ayudas que han destinado al rescate de sus bancos y a estimular la economía, comiencen ya a pensar en estrategias coordinadas para sacar cuanto antes sus finanzas públicas de la penosa situación en la que se encuentran.

El hecho de que Suecia no forme parte de la Eurozona (rechazó la moneda única en un referéndum en 2003) no debería impedir un activo papel de la futura Presidencia.

Reinfeldt resaltó las credenciales suecas para liderar la lucha contra el cambio climático. El país está en la vanguardia del cumplimiento de los objetivos de Kioto, hace 20 años que introdujo una fiscalidad específica sobre el CO2, y se ha fijado una cuota de renovables en el consumo final de energía del 50% en 2020, frente al 20% de la UE.

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