Rusia admitió ayer que mantuvo contactos con el equipo de Donald Trump, durante la campaña electoral en la que el Kremlin fue blanco de las críticas de la candidata demócrata, Hillary Clinton. "Hubo contactos. Los tenemos ahora y también los tuvimos durante la campaña electoral", dijo Serguei Riabkov, viceministro de Exteriores, a la agencia Interfax. Recordó que en Moscú son "bien conocidos" los más estrechos colaboradores de Trump, algunos de los cuales "ostentaron cargos de gran responsabilidad".

El diplomático ruso destacó que hay que liberarse "del lastre que literalmente lleva las relaciones al fondo". Sin embargo, negó que la victoria de Trump, que ha alabado en varias ocasiones a Vladimir Putin, haya sumido al Gobierno ruso en la euforia, aunque los diputados recibieron con aplausos el resultado electoral. Trump no ha escondido nunca su admiración hacia el mandatario ruso, al que ha considerado mejor líder que Obama. A su vez, es conocida la animadversión entre Putin y Clinton, a la que el presidente ruso acusó de instigar las protestas contra el fraude electoral de 2011.

Moscú avanzó ayer que reanudará la próxima semana en Ginebra las consultas con Washington sobre el tratado de eliminación de misiles nucleares de medio y corto alcance, INF. Riabkov reconoció que, debido a la tensión en las relaciones bilaterales, la comisión sobre desarme lleva mucho tiempo sin reunirse. Los recelos se deben al despliegue del escudo antimisiles estadounidense en países como Rumanía, ya que Moscú considera que amenaza su seguridad.