Miles de personas acudieron este sábado al funeral de Rafael Ramos, uno de los dos policías asesinados hace una semana en Nueva York. Además de los familiares y amigos, asistieron agentes procedentes de todo el país a la ceremonia en una iglesia del distrito de Queens. "Toda la ciudad llora por diferentes motivos, pero el más personal es que hemos perdido a un hombre tan bueno y la familia sufre tanto dolor", dijo a los asistentes el alcalde de la ciudad, Bill de Blasio.

El policía, de 40 años y padre de dos hijos, murió al recibir disparos en la cabeza cuando estaba dentro del coche patrulla con su compañero Wenjian Liu, de 32 años. El atacante, Ismaaiyl Brinsley, un joven negro de 28 años, se suicidó después en una estación de metro. Previamente había dejado amenazas contra la policía en las redes sociales y se había manifestado indignado con la muerte de dos negros durante actuaciones policiales. El otro policía muerto será enterrado en cuando pueda llegar de China su familia.

Brinsley, que padecía problemas mentales, invocó el nombre de dos afroamericanos que murieron a manos de la Policía, uno de ellos Eric Garner, en Nueva York, en julio pasado, y el otro Michael Brown, en Ferguson (Misuri), en agosto. El asesinato de los dos policías se produjo en medio de una ola de manifestaciones en Nueva York y en otros lugares del país por las muertes de Garner y de Brown, que han hecho reflotar tensiones raciales no vistas en el país en varios años.

Algunos policías dan la espalda al alcalde de Nueva York

Un grupo de policías dio la espalda al alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, en señal de protesta durante su intervención en el funeral del agente Rafael Ramos. Los agentes, que presenciaban la ceremonia a través de pantallas gigantes instaladas en el exterior de la iglesia donde se celebró el oficio, se giraron cuando De Blasio inició su intervención. El gesto es similar al que dedicó al alcalde un grupo de policías a su llegada al hospital en el que fallecieron el pasado sábado los dos agentes, tras ser tiroteados. El asesinato de Ramos y Liu disparó las tensiones entre los sindicatos policiales y De Blasio, a quien los policías critican por su comprensión ante las protestas organizadas a raíz de la decisión de un gran jurado de no presentar cargos contra el agente involucrado en la muerte de Eric Garner.

Una de las principales organizaciones policiales de la ciudad llegó a acusar al alcalde de tener las manos manchadas de sangre y este sábado pudieron verse algunos carteles pidiendo su dimisión en el exterior de la iglesia de Queens donde se celebró el funeral. En su discurso, De Blasio trasladó sus condolencias a las familias de las víctimas y a todo el Departamento de Policía de Nueva York, al que alabó por su labor. "Aquellos que se dedican a proteger a los demás pertenecen a una raza especial", dijo el alcalde, que aseguró que Nueva York ha perdido "un héroe" con la muerte de Ramos.

Biden dice que Nueva York mostrará cómo superar las divisiones

El vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, que asistió al funeral, aseguró que todo el país sufre por el asesinato de los agentes y se mostró convencido de que la ciudad mostrará al resto de la nación cómo superar las actuales divisiones. "Creo que esta gran fuerza de policía y esta ciudad increíblemente diversa demostrarán al país cómo superar cualquier división", dijo Biden al comienzo del funeral de Ramos.

El vicepresidente de Estados Unidos habló ante familiares, amigos, autoridades y cientos de policías congregados en el templo para rendir tributo al oficial asesinado. "Creo que hablo en nombre de toda la nación cuando digo que nuestros corazones duelen", dijo Biden, quien trasladó sus condolencias a la familia de la víctima y a todo el Departamento de Policía de Nueva York (NYPD). El vicepresidente alabó el trabajo de las fuerzas del orden, que en las últimas semanas han recibido numerosas críticas en todo el país por la muerte a manos de agentes de varios ciudadanos afroamericanos. "Este es probablemente el mejor departamento de policía del mundo", dijo Biden, arrancando los aplausos del auditorio.

El vicepresidente estadounidense destacó la difícil labor de los policías, la diversidad del cuerpo y su capacidad para responder a la realidad en la Gran Manzana. "Cuando uno patrulla las calles de Nueva York se da la vuelta alrededor del mundo (...). Una ciudad que se enfrenta constantemente a problemas tan antiguos como el país y tan nuevos como los últimos titulares", señaló.