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Israel sigue la construcción en suelo palestino, pese a la presión

Pese a la presión internacional, Israel ha iniciado la construcción de cerca de 600 viviendas y estructuras en colonias en territorio palestino en el primer semestre del año, denunció hoy la organización israelí "Shalom Ajsav" (Paz Ahora). 

Según el informe semestral de la ONG, la construcción continúa "de forma habitual" en los denominados "bloques de asentamientos", las grandes colonias que Israel pretende incorporar a su territorio en cualquier acuerdo de paz. 

Sin embargo, se perciben cambios en las actividades de edificación en las colonias aisladas y en los denominados "outpost", o asentamientos considerados ilegales por el propio Israel. 

Allí, las excavadoras siguen su labor, pero no mediante la forma habitual (aprobación de concursos, licencias y permisos de obra, etc), sino a través de artimañas para eludir la falta de permisos en los últimos meses por parte de las autoridades israelíes. 

La comunidad internacional, y en concreto Estados Unidos, han aumentado la presión sobre Israel para que detenga toda edificación en Jerusalén Este y Cisjordania. 

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, reveló hoy la existencia de "ciertos progresos" en la resolución de las diferencias entre su país y Washington al respecto. 

Netanyahu aseguró incluso ante sus ministros que espera retomar el paralizado diálogo de paz con los palestinos a finales de septiembre, pese a que éstos exigen garantías de que el proceso vaya en serio, entre ellas el fin de la ampliación de los asentamientos. 

Algo que -a tenor del informe de "Shalom Ajsav- sigue sin cumplirse, en parte porque las autoridades de las colonias están desempolvando planes de urbanización de hasta dos décadas de antigüedad para justificar la construcción en lugares como Matiyahu, Kojav Hashajar o Maale Mijmash. 

El recurso a proyectos antiguos puede llegar a suponer la construcción de más de 40.000 unidades de vivienda en territorio ocupado, advierte la ONG. 

La organización también lamenta la falta de determinación del Gobierno "para frenar la construcción ilegal, a pesar de las advertencias realizadas por las agencias de cumplimiento de la ley". 

Israel considera ilegales los asentamientos establecidos desde marzo de 2001, generalmente rudimentarios y que absorben una ínfima parte del total de colonos. 

Para la comunidad internacional, todos las colonias son ilegales y suponen un obstáculo para la creación de un Estado palestino viable. 

La Autoridad Nacional Palestina (ANP) no tardó en reaccionar a las conclusiones del informe, que considera "un reto al mundo". 

"Se trata de un auténtico reto a todos los esfuerzos de la comunidad internacional, principalmente de EEUU, por relanzar el proceso de paz en Oriente Medio lo antes posible", indicó en un comunicado el portavoz de la Presidencia palestina, Nabil Abu Rudeina. 

Rudeina pidió al resto de países que "obliguen a Israel a detener toda actividad en las colonias", incluida la construcción basada en el denominado "crecimiento natural" de la población, como exige la Hoja de Ruta, el plan de paz lanzado en 2003 por el Cuarteto de Oriente Medio (EEUU, UE, ONU y Rusia). 

El portavoz reveló que el presidente de la ANP, Mahmud Abás, ha enviado una carta urgente a la Casa Blanca y a diversos organismos internacionales para pedir más presión en esta dirección sobre el Gobierno de Benjamín Netanyahu. 

Por su parte, el jefe negociador de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Saeb Erekat, criticó el proyecto desvelado hoy por el diario "Haaretz" de crear un nuevo asentamiento de 104 viviendas, llamado Maale David, en medio de Ras al-Amud, un barrio árabe de Jerusalén. 

El plan, promovido por el grupo ultraderechista Elad y presentado a aprobación por el Ayuntamiento de Jerusalén, "mina y frustra los esfuerzos" a favor de la paz, en vez de "crear un ambiente constructivo" para regresar a la mesa de negociaciones, lamentó Erekat en otro comunicado.  

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