Mundial 2018 Rusia

El fútbol árabe fracasa a cuatro años de Qatar

La abultada derrota de Túnez frente a Bélgica (5-2), una de las favoritas, completó el gran fracaso del fútbol y de las selecciones árabes, eliminadas antes incluso de que se juegue la última jornada de la fase grupos. Una debacle que cobra una mayor dimensión si se añaden dos datos clave más: el de Rusia es el Mundial con mayor presencia de equipos árabes de la historia, y se disputa cuatro años antes de que la gran fiesta del fútbol desembarque en Qatar.

La participación de Egipto, Arabia Saudí y Túnez ha sido, además, deshonrosa, como ya han apuntado comentaristas y periodistas especializados de los medios árabes, con amplia presencia en esta Copa del Mundo.

Sólo Marruecos se ha librado de las críticas, especialmente ácidas en el caso de la Egipto de Héctor Cúper y la Arabia Saudí de Juan Antonio Pizzi, goleada con estrépito por Rusia en el partido inaugural (5-1).

Los halcones verdesdel desierto mejoraron un poco la imagen en el segundo partido, en el que cayeron por 1-0 ante Uruguay, pero demostraron que su nivel actual está muy lejos del fútbol de hoy.

Egipto, uno de los equipos más laureados de África, volvía al escaparate del fútbol mundial con mucha ilusión. Esperanza que se cifraba en tres pilares esenciales: la calidad de sus jugadores emergentes; la consistencia táctica de Cuper; y la impresionante temporada de su estrella, Salah. Pero Egipto, sin pólvora en ambos partidos, claudicó en el último minuto frente a los sudamericanos y no dio la talla frente a Rusia.

El caso de Marruecos es quizá, el más injusto. La selección bajo el timón del francés Herve Renard jugó mejor y mereció la victoria tanto en la contienda frente a Irán en San Petersburgo como en la batalla de Moscú con Portugal.

Dominador y vistoso, un gol ante Irán en propia puerta los sentenció y Cristiano Ronaldo hizo lo propio en su partido con Portugal.

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