Carsten Isensee, presidente de Seat, ha anunciado una inversión de 5.000 millones de euros que se llevará a cabo entre 2020 y 205 con el objetivo de incrementar la electrificación de Seat y Cupra. Será un gasto garantizado y no condicionado a ninguna otra actuación, por ejemplo, de las administraciones, aunque durante la presentación de la Estrategia de Futuro, Isensee hizo hincapié en la necesidad de colaboración con los tres niveles de la administración: estatal, autonómica y local. Estos deberían contribuir “en mayor medida a un fomento de la electrificación. España sabe hacer coches y conoce bien como hacerlos con motores de combustión, pero falta cambiar la infraestructura. Hace falta nuevas reglamentaciones, mayor uso de energía renovable y una infraestructura de recarga suficiente. También el mercado debe demandar en mayor volumen coches eléctricos y, para que eso ocurra, la administración debe incentivar su compra”.

La inversión estará destinada en I+D para el desarrollo de vehículos en el Centro Técnico y a equipos e instalaciones en las plantas de Martorell, Barcelona y Componentes, más allá de que la voluntad de Seat es la de fabricar en 2025 coches eléctricos en su factoría de Martorell. Sería entonces porque “es el momento en el que el mercado eléctrico ya habrá crecido”, en palabras de Isensee. En ese proceso constructivo es intención de Seat, que también se produzca el ensamblaje de las baterías.

Wayne Griffiths, vicepresidente comercial y de márketing y CEO de Cupra, confirmó la producción del Cupra el-Born, como un coche que “nunca será un Seat, sino sólo Cupra”. Y que será diseñado y desarrollado en España, si bien su fabricación se llevará a cabo en Alemania, en la planta de Zwickau. El Cupra el-Born utiliza la plataforma MEB del grupo Volkswagen, la misma que el Volkswagen ID.3 entre otros modelos. Su comercialización se produciría en 2021.