Un estudio llevado a cabo por Kymco entre sus compradores durante el mes de junio, la COVID-19 ha actuado como dinamizador de ventas en el mercado de los ciclomotores y motocicletas, particularmente entre las mujeres, influyendo en la formalización de la compra a una de cada cinco. En el caso de los hombres, esta situación es de uno de cada diez. En total, han sido un 13 por ciento más de nuevos usuarios de scooter los que se han visto animados a tomar su decisión de comprar de uno de estos vehículos por la emergencia sanitaria. Mayor seguridad que el transporte público y cambios de hábitos de movilidad relacionados con las modificaciones laborales o escolares, están entre los motores de este crecimiento de interés por los vehículos de dos ruedas.

Kymco, al término del confinamiento, ha llegado a alcanzar crecimientos de ventas por encima de los dos dígitos, debido al cierre de operaciones animadas por la COVID-19 y a las que se suman las de quienes ya habían planeado la compra, pero no pudieron hacerlo por el estado de alarma.

La cuota femenina de ventas que se ha disparado hasta el 19 por ciento cuando en la media acumulada es de un 15,77 por ciento de principios de año hasta la fecha. En 2019 fue de un 13,2 por ciento. Esta tendencia se refuerza aún más en motocicletas de 125 cc, donde la representación femenina en las semanas clave de la desescalada (las semanas 23, 24 y 25, cuando ya se iniciaron las ventas) asciende al 20,6 por ciento frente a la media de un 16,7 durante el año pasado.

Además, el grupo de edad que ha comprado un scooter en este segmento es el de 25-35 años, por delante del que en otros periodos ha sido predominante, el de 36-45. Estas variaciones no se producen entre los hombres: aquí son los mayores de 45 años los clientes que más peso tienen tradicionalmente en las ventas, aunque han crecido hasta el 55 por ciento cuando en 2019 eran un 46.