Un Juzgado ha impuesto siete meses de prisión a un hombre que tenía a su perro en condiciones de extrema delgadez, con un peso que era la mitad del normal, deshidratado y con anemia, pero esta condena queda suspendida a condición de que no cometa más delitos durante dos años y de que pague 1.280,60 euros.

Además, el acusado ha quedado inhabilitado para tener animales o para ejercer profesiones u oficios que tengan que ver con ellos durante dos años, y tendrá que indemnizar con 1.134,55 euros a la protectora que se hizo cargo del perro y pagar además 151,50 euros por la asistencia veterinaria que recibió.

La sentencia, del Juzgado de lo Penal número 3 de Santander, es firme, ya que cuando se iba a celebrar el juicio se produjo una conformidad. En los hechos probados se explica que en abril de 2019, el acusado era propietario de un perro de raza Alaska Malamute y que no atendía debidamente al animal.

No le lavaba, ni le daba la alimentación y el agua necesaria, y el perro fue encontrado deambulando por Requejada (Cantabria), en estado extremo de desnutrición y deshidratación.

Según la sentencia, el animal "iba dando tumbos, debido a que carecía de masa muscular en las patas" y presentaba un estado de "extrema delgadez".

Al perro se le veían las costillas, vértebras lumbares, huesos pélvicos y "pesaba únicamente 17 kilos, cuando lo normal en su raza es pesar entre 35-40 kilos", señala la sentencia, que agrega que el animal tenía anemia. "Así mismo, el perro tenía el pelo mojado y apelmazado, con clara deshidratación y la zona perianal manchada de heces diarreicas", se añade.

El animal estuvo ingresado en una clínica veterinaria tras lo cual una protectora se hizo cargo de su cuidado.

El acusado se conformó con el relato de los hechos que se recoge en la sentencia y con la petición de pena del fiscal y la acusación particular, por lo que ha sido condenado como autor de un delito de maltrato de animales domésticos y contra la fauna.

Tras pedirlo su defensa, se acordó la suspensión de la pena.