Ruth Rosique. Soprano

"Purcell no es Mozart ni Puccini, es cantar de otro modo"

  • La artista sanluqueña es una de las protagonistas de 'Dido y Eneas', ópera con la que regresa hoy por fin la lírica al Teatro Villamarta

El Teatro Villamarta de Jerez ha recuperado el ciclo lírico-musical en este año 2014 y abre la singular oferta la ópera Dido y Eneas de Henry Purcell, en versión de concierto, hoy viernes, a las 20 horas. El reparto artístico está encabezado por la soprano Ruth Rosique -en el papel de Dido- y el barítono Damián del Castillo, que asumirá el rol de Eneas. Dido y Eneas está considerada una de las óperas más importantes del Barroco, además de ser la más destacada de la producción de Purcell hasta el punto de ser catalogada como la primera ópera nacional inglesa. A pesar de tratarse de su obra maestra, pasó casi inadvertida tras su estreno en 1689.

Rosique, soprano sanluqueña nacida en Barcelona en 1976, estudia canto en el Real Conservatorio Manuel de Falla de Cádiz con Pilar Sáez, en el Conservatorio de Guadalajara con Ángeles Chamorro y Manuel Burgueras, y finaliza el grado superior en el Conservatorio Superior de Música de Valencia con Ana Luisa Chova. Actúa como solista en los auditorios y salas más importantes, tanto del territorio nacional como en el extranjero. Aquí, una charla con la soprano, que da la bienvenida de nuevo a la lírica al Villamarta.

-Regresa al Villamarta nada menos que para recibir a la lírica que, por falta de financiación, hacía dos años que no se disfrutaba en el coliseo jerezano. ¿Cómo se siente? ¿Qué supone volver a Jerez, cerca de su casa?

-Pues estoy muy contenta de volver a cantar en Jerez después de casi cuatro años. Me gustaría que la ópera se hiciese escénicamente (nosotros la hacemos en versión concierto) para poder quedarme más tiempo y trabajar con el equipo del Villamarta, que es maravilloso.

-Aquí interpreta el papel de Dido. Háblenos del personaje. ¿Cómo ha sido su estudio?

-Ante todo intentar saber quién es Dido, cómo piensa y cómo siente, para así llevarlo al terreno musical. Hay que estar también muy pendiente del estilo: cantar Purcell no es cantar Mozart ni Puccini. Es una manera de frasear e incluso de emitir la voz que hay que hacer de un modo diverso, su modo.

-Una ópera en versión de concierto en la que está rodeada de la Barroca de Andalucía, Coro de Andalucía, Michael Thomas... Un elenco de lujo. ¿Cómo es cantar en esta tipología de ópera-concierto?

-Es muy grato ver el trabajo que hacen los integrantes del coro y la Joven Orquesta Barroca de Andalucía. Hay que recalcar la importancia del estilo en el que se interpreta esta música y ellos lo hacen mejor que algunas orquestas profesionales, gracias a la labor de profesores y de Michael, claro, que son especialistas en barroco.

-¿De qué proyectos viene y qué tiene en cartera?

-Pues tengo una agenda algo cargada… Egmont de Beethoven en el Maestranza, una ópera de Theodore Dubois, Aban- Hamet en Toucoing, El Barbero de Sevilla en Les Champs Elysèes de París, Cosi fan Tutte en Versailles…

-¿Qué personajes tiene todavía por interpretar?

-Pues hay un personaje que me muero por interpretar, pero es imposible que lo haga: Carmen. Está escrito para mezzo (yo soy soprano). Como no lo suban una quinta...

-¿Cómo ha cambiado la Ruth Rosique de los comienzos en el Conservatorio de Cádiz a la actualidad? ¿Qué ha ganado y qué ha dejado por el camino?

- Lo más remarcable es que, al menos por mi experiencia, salías del conservatorio sin tener ni idea de cómo enfrentarte a una ópera. Los directores de escena piden acciones, reacciones que, al no tener una preparación actoral, no sabes cómo llevar a cabo. No es que ahora sea Meryl Streep, pero tras doce años cantando ópera y trabajando con todo tipo de directores de escena, me desenvuelvo mejor en el escenario.

-¿En qué medida cree que ha afectado la crisis a la lírica? Un ejemplo es sin duda la pérdida de la presencia de la lírica durante dos años en el Villamarta.

- Creo que es gravísima la manera en que se trata a la cultura en nuestro país. Es siempre lo primero en que se recorta y encima se le aplica el IVA de un artículo de lujo. Los teatros y orquestas tienen que hacer malabares para hacer una programación con el presupuesto que tienen.

-¿Qué futuro le augura a la lírica?

- Por ahora, no sé qué pensar del futuro de la lírica. ¡Talento e ideas no faltan! Yo espero de todo corazón que las luces al final del túnel de las que tanto hablan los políticos no sean luciérnagas. Espero que esta crisis pase de una vez y que volvamos a tener lo que nunca deberíamos haber perdido.

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