El Afinador de Noticias | Crítica

El flamenco de Madrid

  • Faustino Núñez organiza en un libro las entradas del blog 'El Afinador de Noticias', que revolucionó la manera de entender la historia jonda

Un joven Paco de Lucía de 1976 protagoniza la última entrada del blog ‘El Afinador de Noticias’.

Un joven Paco de Lucía de 1976 protagoniza la última entrada del blog ‘El Afinador de Noticias’.

Esta es una obra fundamental en su género, como la mayoría de las de su autor. Aunque no es una novedad, ya que la hemos ido leyendo a lo largo de los últimos diez años en el blog homónimo. Tiene noticas fundamentales para entender los orígenes de este arte como, por ejemplo, aquella en la que por vez primera se usó la palabra flamenco para referirse a los bailes y cantos que hasta ese momento se llamaban nacionales, andaluces o del país. Durante un tiempo ambas denominaciones seguirían conviviendo, hasta que a comienzos del siglo XX se impone la novedad ... relativa, ya que la denominación tenía cincuenta y tantos años.

Podemos decir que, en un primer momento, pasó lo mismo que con la palabra tango que, en la prensa de Cuba del siglo XIX, según deducimos del vaciado que de la misma hizo hace unos años Ortiz Nuevo, apenas aparece citada, usándose preferentemente para denominar al tango la palabra habanera. Tango tenía connotaciones negras y flamenco gitanas, por lo que algunos, incluyendo el propio Silverio, eran refractarios a incorporarla y preferían la primitiva denominación.

Volviendo a España y a los bailes nacionales de mitad del siglo XIX: en realidad se trata del mismo repertorio "que se aplaudía en tiempos de Carlos III", como señala Luis Lavaur en su Teoría romántica del cante flamenco (1976). Lavaur lanzó en esta obra la hipótesis de que los bailes flamencos son los mismos bailes nacionales que hacia la segunda mitad del siglo XIX se fueron "andaluzando" y "agitanando" hasta convertirse, siendo más o menos lo mismo, en "flamencos".

Esta que podemos denominar nueva teoría de la historia del flamenco, y que genialmente formuló Lavaur con bastantes menos datos de los que disponemos hoy, apenas tuvo eco en su época, dado que la ideología dominante entre la intelectualidad jonda del momento, la que encontramos en los textos de esa época firmados por Caballero Bonald, Félix Grande o Manuel Ríos Ruiz, entre otros, estaba dominada por la tesis del origen "gitano-andaluz" de lo jondo.

Portada del libro. Portada del libro.

Portada del libro.

El hecho de que la primera noticia en la que se usa la palabra flamenco para denominar a estos bailes fuera hallada por Núñez, como prueba una entrada relativa al año 1847 de este libro, en la prensa de Madrid, va en la línea que hemos formulado en alguna ocasión de que la palabra flamenco fue usada primero en la capital de España y luego en Andalucía. Así lo pensaba Lavaur y así lo pensamos nosotros.

Y es que la teoría de Lavaur, como digo, despertó poco entusiasmo en su momento pero ha tenido egregios continuadores, que la han avalado con nuevos datos, en … y Carmen se fue a París (2006) de Steingress y en las obras de Núñez. Nosotros también aportamos nuestro granito de arena en este sentido cuando en 2012, a raíz del estreno del espectáculo Mudanzas boleras, propusimos la crucial distinción entre bailes boleros y Escuela Bolera, que después hemos desarrollado en diferentes trabajos.

Efectivamente, como propuso Lavaur, fueron Pepa Vargas, Manuela Perea La Nena y Petra Cámara las primeras que, en Madrid, adoptaron la denominación de flamenco para su arte. Esta obra da buena cuenta de ello, como también de las peripecias de otros compañeros de viaje nacional-flamenco como Lázaro Quintana, Dolores la Gitana, otros menos conocidos como los Ruiz, Carlos Atané, Francisco Pardo, etc., artistas que hemos de incluir, sin duda, en la nómina oficial de bailaores o cantaores flamencos en el origen de este arte.

También de la de Luis Alonso que, desde 2012, conocemos que era hermano del Planeta, una noticia fundamental para entender el vínculo del flamenco con los bailes boleros y que, naturalmente, desconocía Lavaur, lo que no le impidió tener la intuición genial de la que hablábamos más arriba.

La obra es un vaciado de la prensa madrileña y gaditana en busca de noticias jondas que abarca de 1610 hasta 1976 con Paco de Lucía como protagonista de la última entrada del blog El Afinador de Noticias, que, una vez suprimido de la web, se convierte ahora en libro-disco.

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