"Los mitos españoles son poco recomendables. Piensen en La Celestina, en la propia Carmen y, por supuesto, en Don Juan", bromea el compositor Tomás Marco (Madrid, 1942) sobre la propuesta con la que regresa a Sevilla en la víspera de Todos los Santos, Tenorio. A las 20:00 el Maestranza alzará hoy el telón para ofrecer en versión de concierto esta ópera que el Premio Nacional de Música al conjunto de su carrera compuso entre 2008 y 2009 para el Estío Musical Burgalés y que, por culpa de la crisis, no pudo estrenarse hasta julio del año pasado en San Lorenzo de El Escorial. La Fundación BBVA acaba de publicar ahora el disco que recoge aquel histórico estreno y donde canta el papel principal, como hoy en Sevilla, el barítono Alfredo García, al que está dedicada.

Tenorio centra su libreto, realizado por el propio compositor "aunque sin incluir una sola palabra mía", en la figura de Don Juan. Marco ha "remezclado" textos alusivos al mito sevillano que llevan la firma de Zorrilla, Tirso de Molina, Molière, Lord Byron, Antonio Zamora, Da Ponte y Goldoni para crear "una música con sustancia dramática, escrita para el teatro". El responsable de sacarle los colores escénicos a esa partitura es el director de Los Palacios Manuel Busto, cuyo trabajo meticuloso, también comandando a la Tenorio Ensemble Orquesta, elogiaron tanto Marco como García.

Completan el elenco la soprano Nuria García-Arrés como Doña Inés y el tenor Manuel de Diego como Don Luis Mejía, en tanto que los cantantes Susana Casas, Mercedes López, Moisés Molina y Andrés Pérez asumen el rol de madrigalistas y abordan distintas funciones, "desde la habitual de un coro al comentario de las acciones o el recitado de poemas que no tienen que ver directamente con la acción pero enriquecen de forma lírica el contexto teatral", explicó Marco, que incluyó en su libreto poemas sobre la sublimación del amor de Sor Juana Inés de la Cruz y Quevedo.

Alfredo García, el encargado de dar vida al Tenorio y su destinatario, pues Tomás Marco le compuso este papel tras interpretar a Don Quijote en su ópera El caballero de la triste figura, define a su personaje como "un depredador sexual al que no le importa pisotear a nadie pero acaba salvándose gracias al amor. Esa idea de la redención por el amor, más allá del mito, me interesa mucho. Y es un lujo estrenar a este compositor tan culto que hilvana ideas sobre mitos universales en libretos muy bien confeccionados y al que, a diferencia de Mozart, puedes llamar por teléfono si te surgen dudas".

El compositor madrileño, que fue director del Inaem, no esquivó la pregunta sobre la ausencia de óperas contemporáneas en los teatros públicos españoles: "Con la excepción del Maestranza, el Real y el Liceo, que la programan de modo habitual, en el resto del circuito operístico no se sale de un catálogo de diez títulos, incluidos teatros de fuste. Eso es algo que en los grandes países operísticos no ocurre: el gran repertorio se hace igual en Alemania, Inglaterra, Francia o Italia, pero también se programan muchas obras y óperas nuevas; incluso en Italia se estrenan docenas al cabo del año. En España sigue siendo muy difícil, y eso que la mayoría de mis óperas son de tamaño mediano como Tenorio, o de superbolsillo como la anterior, Segismundo, que funcionó muy bien por ejemplo en Jaén. Allí la gente se volvió loca como si fuera Aida, quizá porque no tenían prejuicios. Y eso me anima a pensar que si se programa puede llegar al público".