XXII BIENAL DE FLAMENCO DE SEVILLA

Chema Blanco dirigirá "una Bienal optimista" de tres semanas

  • El Ayuntamiento presenta al nuevo responsable y a su equipo de cinco expertos, entre ellos Sara Arguijo y Cristina Cruces. Aumentará el presupuesto para "relanzar la ciudad a través del flamenco"

El gestor cultural Chema Blanco (1965), director de la XXII Bienal, en el Centro Cerámica Triana.

El gestor cultural Chema Blanco (1965), director de la XXII Bienal, en el Centro Cerámica Triana. / Juan Carlos Muñoz

Chema Blanco presentó este martes sus credenciales como director de la XXII Bienal de Flamenco de Sevilla que será, avanzó, "la edición del optimismo". Poder dejar atrás los feroces tiempos de la pandemia, que no lograron cercenar el proyecto de su antecesor Antonio Zoido aunque sí alteraron su calendario y desarrollo, manda en el ánimo de Blanco, muy respetado en la profesión como representante de artistas como Israel Galván y Pastora Galván a través de su productora A Negro, y último director del Festival de Nîmes (Francia), uno de los proyectos -como ocurre también con el Festival de Jerez- con los que tejerá redes en su etapa, que apostará por la formación y la investigación, la exhibición y la colaboración con otros festivales de la ciudad -como el de Cine que dirige José Luis Cienfuegos o el de Música Antigua-, el acompañamiento a los artistas y, por supuesto, la internacionalización. "Aspiro a ofrecer al menos dos coproducciones internacionales y asociar la marca Bienal a los artistas que participen en los festivales internacionales y suban a los escenarios de teatros en París, Londres o Nueva York", detalló.

Blanco, que apuesta por una Bienal de tres semanas, "aunque si nos venimos arriba, nos venimos arriba", advirtió, presentó su argumentario en la sede de la Bienal, el Centro Cerámica Triana, de la mano del delegado de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo, Antonio Muñoz, y de la directora general de Cultura, Isabel Ojeda. Le acompañaron también los integrantes de su grupo "para la investigación y el desarrollo del flamenco", formado por cinco especialistas que participarán "ejecutivamente" durante toda la edición 2022, y serán remunerados por dicha actividad. Se trata de Sara Arguijo, periodista, experta en flamenco y colaboradora de Diario de Sevilla; Cristina Cruces, doctora de Geografía e Historia y profesora titular de Antropología Social de la Universidad de Sevilla; Alberto García Reyes, periodista, escritor y crítico de flamenco; Iván Periáñez-Bolaño, doctor en Antropología por la Universidad de Sevilla e Isabel Rodríguez Palop, periodista y experta en flamenco.

Chema Blanco junto al delegado de Cultura, Antonio Muñoz. Chema Blanco junto al delegado de Cultura, Antonio Muñoz.

Chema Blanco junto al delegado de Cultura, Antonio Muñoz. / Juan Carlos Muñoz

Para el delegado Antonio Muñoz, "Sevilla se juega mucho con la Bienal, nuestro festival más internacional, e iniciamos ahora un nuevo modelo que suponga un relanzamiento de la ciudad a través del flamenco". Por eso, explicó, se dotará a la Bienal "de un presupuesto mayor en 2022" y la cita tendrá también dotación económica este año para dar respuesta a todas las actividades previstas: residencias, seminarios, talleres y exposiciones sin descontar la exhibición al público.

El nuevo director de la Bienal comenzó su intervención con un homenaje a Manolo Herrera, al que se reconocerá el día de San Fernando como Hijo Adoptivo de Sevilla a título póstumo, y adelantó que "el flamenco está en un momento ideal para reflexionar sobre cómo debe ser en el siglo XXI. Creo que el flamenco es la herramienta cultural más importante que tiene Sevilla para situarse en el plano internacional, trabajando con teatros y festivales europeos que nos ayuden en el acompañamiento a los artistas, y creando una buena red de residencias para apoyar la libertad y creatividad". Blanco recordó que "no existen salas para que los creadores ultimen sus proyectos antes de que puedan ofrecer su obra en un gran escenario", de ahí su apuesta por facilitar el acceso a otros lugares, como las salas de teatro independientes o las de los distintos distritos como espacios de ensayo o work in progress para artistas residentes.

Apoyará las residencias artísticas, la formación y la coproducción con festivales internacionales

La formación será otro pilar de esta nueva etapa, y Blanco ha diseñado una Escuela Bienal en colaboración con la Fundación Cristina Heeren y las academias para que haya un calendario continuo de formación.Como ocurriera durante las etapas de Rosalía Gómez y Cristóbal Ortega al frente de la cita, ya que la plaza de dirección prevista en el organigrama del ICAS fue ocupada tras el final de la etapa de Antonio Zoido por el nuevo responsable escénico del Lope de Vega, Carlos Forteza, Chema Blanco estará vinculado al Ayuntamiento a través de un contrato eventual de asesor de la alcaldía.

"Ni soy moderno ni soy antiguo. Yo me emociono. Y el flamenco tiene que ser testigo y nutrirse de todas las realidades que suceden en Sevilla, tejiendo redes con festivales como el de música antigua o el de cine europeo, con teatros como el Lope de Vega, salas y espacios municipales como Factoría Cultural, de modo que el flamenco esté todo el año presente en la ciudad", aseveró Blanco.

"No me gusta poner el presupuesto en actividades que no tengan continuidad más allá de la Bienal"

Sobre la posibilidad de recuperar grandes ballets y producciones como La Divina Comedia de Dante con la que Andrés Marín iba a clausurar la pasada Bienal, un proyecto que frustró la pandemia, el nuevo director de la cita considera que "si esas grandes producciones nos ayudan a contar la historia que queremos contar, valorando sus costes y su transcendencia, estoy interesado. Lo que no me gusta es poner el presupuesto en actividades que no tengan continuidad más allá de la propia Bienal".

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