La colmena

Magdalena Trillo

mtrillo@grupojoly.com

La trastienda de la 'foto del codo'

Leamos con detalle la foto: están Olivares (no Luis Salvador), Cuenca (en el centro) y César Díaz (no Luis González ni Sebas)

Acuerdo para que Granada tenga presupuestos tras cinco años. Un 28 de mayo de 2020, dos días y un año después de las Municipales.

Acuerdo para que Granada tenga presupuestos tras cinco años. Un 28 de mayo de 2020, dos días y un año después de las Municipales. / Jesús Jiménez (Photographerssports)

Granada ya tiene presupuestos. No es una noticia menor. Después de cinco años prorrogando las cuentas que aprobó Torres Hurtado en 2015, un acuerdo a tres bandas (de concentración) permitirá sacar adelante la herramienta clave para el funcionamiento de la ciudad: por cuanto significa de estabilidad y de confianza (Granada vuelve a ser una "ciudad seria"), porque posibilitará empuñar el boli rojo y resituar las prioridades de gasto e inversión ("ayudar a la gente es lo primero" y, salvo Vox, lo entienden todos los partidos con representación en el Ayuntamiento) y porque facilitará fijar la hoja de ruta de la reconstrucción en paralelo a la batalla contra el coronavirus (¡ojo a los riesgos de rebrote!) y el avance de la desescalada.

La crisis del Covid-19 ha vuelto a poner a Granada en el foco mediático nacional y esta vez lo ha hecho en positivo: al otro lado del esperpento que hemos visto esta semana a nivel nacional (de la crisis por el pacto con Bildu a las inundadas cloacas de Interior pasando por la cadena de insultos de sus señorías con el momento estelar de Cayetana e Iglesias) Ciudadanos, PP y PSOE se han puesto de acuerdo en la Plaza del Carmen para colocar los intereses de la ciudad por encima de las siglas.

Lo han llamado el Pacto del Rasillo por la celebración final de las reuniones en la conocida sede de la Policía Local (me quedo con el sugerente "pacto del codo" como lo hemos bautizado en Granada Hoy) y no es ninguna panacea. Lo saben ellos y resulta fácil de intuir por el duro escenario económico y social que se abrirá a la vuelta del verano: la noticia del cierre de Nissan con miles de despidos directos, saltándose el protocolo de convertir los ERTE en ERE, parece un aperitivo sobre la dimensión real de una crisis que también se palpa a nivel local con el goteo de cierres de bares y comercios y el difícil desafío de remontar el turismo.

En todo caso era imprescindible que Granada pudiera funcionar con un presupuesto actualizado y, si no hay sorpresas, se votará en pleno en la penúltima semana de junio y en julio entrará en vigor con su publicación en el BOP. De momento, con la firma de hasta 21 de los 27 concejales de la Corporación (del gobierno bipartito de PP y Cs junto con los ediles del PSOE como lista más votada y líderes de la oposición) y no se descarta que Podemos-IU y Vox puedan sumarse en la foto final o al menos abstenerse.

¿Cómo se han alineado los astros para que esto ocurra contra todo pronóstico?

Primera clave: una baraja con tres comodines. El bipartito presentó a primeros de año un borrador y, desde marzo, Luis Salvador como alcalde (Cs) y Luis González como aliado de máxima confianza del PP y responsable directo del presupuesto han estado pulsando las sensibilidades del resto de los grupos y haciendo cuentas. Las de la aritmética de los votos. Bastaba con que PSOE, Podemos-IU o Vox apoyaran por separado el documento para sacarlo adelante. ¿Quién se haría la foto?

Segunda clave: había que desactivar egos y vanidades.Con Luis Salvador en la primera línea de negociación, conociendo su histórica nula empatía con Paco Cuenca, la vertiente socialista era impensable. Digo "era" porque al final ha sido. Y lo ha sido porque, hábilmente, el alcalde se ha quitado de la fontanería y hasta de la foto. Un precio menor que le permitirá apuntalarse en el Ayuntamiento con el bastón de mando, probablemente, todo el mandato. Con Sebastián Pérez en la retaguardia (ojo, que hay quienes dicen que "ni está ni se le espera" y también quienes advierten de que es su propio partido quien lo está vetando en una partida que "aún está abierta") la polémica del 2+2 de recambio a mitad de mandato tiene poco recorrido y un instrumento como un presupuesto acabará dando oxígeno a Ciudadanos.

Es lo que se argumenta desde la izquierda de Podemos-IU cuando critican la decisión del PSOE de apoyar unos presupuestos "de derechas" y que Paco Cuenca esté dispuesto "a todo" por salir en la foto (y en el centro) dando un "cheque en blanco" al bipartito de Cs-PP. Lo que desde la agrupación socialista se entiende como un gesto obligado de "responsabilidad" y hasta de "generosidad" con la ciudad, una iniciativa que les ha dado puntos y visibilidad tanto en San Vicente como en Ferraz, para sus aliados naturales de la "extrema izquierda" ha sido prácticamente como una traición y un error mayúsculo. Porque no sólo afianzan a Salvador como alcalde sino que también dan alas a César Díaz como alcaldable.

Tercera clave: César Díaz, Luis González, Sebastián Pérez... Pero es otro debate… y otro artículo. Porque la foto con los tres portavoces de PP, Cs y PSOE tiene una lectura básica de desactivación parcial de vanidades (ahí Cuenca es el "alcalde en la sombra") pero también en clave de partido y hasta electoral (que Díaz se vea de delfín como ya le ocurrió con Kiki Díaz Berbel no significa que lo sea cuando la decisión se tome desde Sevilla y tenga que competir, por ejemplo, con otras opciones más afines de Juanma Moreno como Marifrán Carazo o Rocío Díaz según se gane o pierda en la Junta).

Cuarta clave: ¿a qué juega Vox?En la derecha, ni en Granada ni el resto de España, hay quien sepa dónde está Vox. Aparte del momento banderas y cacerolas, es difícil localizar un solo ejemplo en los últimos meses de política constructiva y útil; sólo destrucción y crispación. En el caso del presupuesto, el intento de negociación casi ni empezó. La respuesta de Onofre Miralles... ya vamos viendo qué dice Madrid... y ahí se quedó.

Quinta clave: Cuenca saca a Cambril de la foto.En la izquierda, reconozcamos que las afinidades y enemistades de los personajes por encima de los partidos hacían presagiar que quien estaría en la foto del acuerdo sería Cambril. No ha sido así tal vez por exceso de confianza de unos y agilidad de otros. La alianza de Podemos con IU vuelve a hacer aguas a nivel regional y, en el tablero municipal, conjugar el perfil de Cambril y de Puentedura no parece nada fácil. En este punto, que el bipartito haya mantenido una negociación a tres bandas ha terminado siendo clave: el Pacto por Granada para la reconstrucción que habían propuesto desde Podemos-IU se había convertido en una línea roja que el PSOE ha sabido neutralizar.

El "malo" de la negociación ha sido en todo momento Luis González, pero consciente de que hasta habrá quien le eche en cara que han planteado un presupuesto de "izquierdas", con una evidente carga social y medioambiental que tendrá continuidad en la revisión del PGOU que ya tienen lista para poner sobre la mesa. Y saldrá en la foto cuando toque; cuando salga Luis Salvador. Cuando esté todo atado (y votado) y sea el bipartito quien escenifique que, en democracia, lo que vale es el arte de la negociación y el pragmatismo de la aritmética.

Hay trastienda en la "foto del codo", y mucha, pero me gustaría resituar la reflexión donde empezó. En lo importante. Granada tiene presupuestos, enhorabuena a los artífices y ojalá que se amplíe el consenso en las próximas semana y se mejore el documento en todo lo posible, pero es urgente ejecutarlos. Y bien. Hay que responder a las expectativas y a las necesidades de la ciudad. Tiempo habrá para hablar de liderazgos en los bloques, de candidatos, de España Suma…

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