La colmena

Magdalena Trillo

mtrillo@grupojoly.com

¿Qué hace Luis Salvador en Génova? ¿O es San Telmo?

En Sevilla ya suena el alcalde en la órbita de Bendodo: como secretario de Acción Exterior (el puesto que tenía Milló), con categoría de viceconsejero, despacho, secretaria... Fran Hervías se va de Cs y se une al PP de García Egea

Fran Hervías, ya en el PP; Inés Arrimadas con el partido naufragando; y Luis Salvador, negociando su salida...

Fran Hervías, ya en el PP; Inés Arrimadas con el partido naufragando; y Luis Salvador, negociando su salida...

Ciudadanos está abierto en canal. Unas horas han bastado para pasar del "qué hay de lo mío" al "sálvese quien pueda". Pero tanta responsabilidad ha tenido Inés Arrimadas (Cs) desatando el terremoto político en Murcia -olvidando que estos movimientos siempre tienen vida propia- como García Egea (PP) llamando a militantes y dirigentes naranjas a que salten del barco sin mirar siquiera si hay botes salvavidas.

Mientras Vox y PSOE calculan cuánto pueden recoger a babor y estribor del naufragio, los dos líderes del centro-derecha -supuestamente moderado y liberal- olvidan que en política todo son vasos comunicantes, que no hay crisis aisladas y mucho menos guiones prefijados. Díaz Ayuso es el ejemplo. Poco importa ya si se frustra o no la moción de censura en Murcia contra el popular López Miras; las consecuencias en la capital de España ya son reales. Habrá elecciones en mayo -no parece que los jueces vayan a dar recorrido a los recursos a contrarreloj de la izquierda- y todo apunta a que será el PP quien ensayará desde Sol el primer laboratorio de gobierno con la ultraderecha marcando el paso desde dentro.

Está por ver si Andalucía es "una isla" como pretende Juan Marín, pero Granada no lo es. Como no lo serán en los dos años que faltan para las municipales los trasvases desde las filas de Cs hacia el PP y el PSOE y la reconfiguración de las alianzas de gobernabilidad en pueblos y ciudades de toda España.

Desde el Parlamento andaluz, el mensaje ha sido inmediato y contundente: "estabilidad". Con la solemnidad de la comparecencia conjunta del presidente (PP) y el vicepresidente (Cs). Pero si hace una semana pocos dudaban de la consistencia del bipartido en San Telmo, la operación de Murcia y Madrid abre unas rendijas.

Por un lado, el liderazgo de Juan Marín está cuestionado desde el minuto uno y, aunque el contrapunto de responsabilidad tiene un buen tirón electoral para los dos partidos, los críticos de la formación naranja tienen ahora una oportunidad. Y ya sabemos que en política la estrategia vale tanto como los tiempos; los propios y los ajenos.

Por otro lado, desde el PP regional también tendrán que reajustar ahora su hoja de ruta: si el último tracking ya alertaba de que, por primera vez desde el desalojo de los socialistas, no salían las cuentas para volver a gobernar, la situación de descalabro de Cs no hace sino imprimir más dramatismo. Tras las elecciones catalanas, el gélido escenario vaticinaba una caída de 21 escaños a cuatro y, hoy, un sondeo puede que les diera un diputado o incluso ninguno. De la irrelevancia a la inanición. A la desaparición.

¿Terremoto en Granada?

Oficialmente, Granada no corre riesgo de sufrir una réplica del terremoto político desatado en Murcia... Eso al menos es lo que han asegurado esta semana los portavoces de PP y Cs en el Ayuntamiento de la capital; también en comparecencia conjunta intentando trasladar el buen rollo de Moreno y Marín desde Sevilla.

Pero siempre en política una cosa es lo que se dice y otra lo que hay. Y que César Díaz y Manuel Olivares certifiquen que la situación de Murcia "no es extrapolable" tiene un recorrido más que limitado. Porque hay más piezas del tablero en juego, con mucha más capacidad de movimiento, y porque la situación de interinidad e incertidumbre en Granada era previa. Es decir, que no dependemos de las réplicas de nadie porque ya tenemos nuestro propio terremoto pendiente de saltar.

Luis Salvador empezó siendo alcalde con el apoyo de tres concejales y ahora tiene uno (José Antonio Huertas) y medio (Lucía Garrido como independiente). Con Olivares ya no es que no haya feeling; es que ni se saludan en actos públicos (el de esta semana en el Palacio de Congresos ha sido la comidilla). Aunque Luis lo niega en público (y en privado), hace tiempo que son conocidos sus movimientos para dar el salto al PP, un interés que la desintegración de Ciudadanos habrá intensificado. Tanto es así que esta misma semana aprovechó su viaje a Madrid a los actos del 11-M -un viaje algo forzado por otro lado- para intentar verse con García Egea en Génova. Me aseguran que en esta ocasión no se produjo el encuentro pero todo será cuestión de insistir…

El escenario sería rocambolesco: Luis Salvador podría hacer efectivo el 2+2 pasándose al PP. Aunque con consecuencias maquiavélicas: dejaría sin argumentos a Sebastián Pérez y cortaría la vía tanto a Marifrán Carazo como a Rocío Díaz porque lo lógico es que ahora garantizara la Alcaldía para el PP pero atando que se mantuviera de cabeza de lista en las próximas municipales. ¿Le interesa esto al PP? No lo parece desde fuera...

Hay otra operación más factible de la que vuelve a hablarse tanto en Granada como en Sevilla: que Luis Salvador estaría negociando un cargo en la Junta en la órbita de Elías Bendodo. En concreto, el alcalde ya suena como secretario general de Acción Exterior, el puesto que ahora ocupa Enrique Milló. Tendría categoría de viceconsejero, despacho, chófer y secretaria, un buen sueldo y dependería directamente de la Consejería de Presidencia.

Cuenca, pendiente de los tribunales

La salida del alcalde podría tener un escenario tranquilo con Luis González como alcalde del PP pero también podría desatar el terremoto granadino: una moción de censura liderada por Paco Cuenca.

Aquí vuelven a ser clave los tiempos. Tanto en el caso de Sebastián Pérez como del portavoz socialista son importantes. El expresidente del PP no planea mover ficha hasta después de las elecciones en Madrid -el deadline del 2+2 sigue siendo junio- y Cuenca tiene aún pendiente un capítulo judicial que resultaría determinante para poder liderar un cambio de gobierno en la Plaza del Carmen como portavoz del partido más votado en las últimas municipales.

El juez de Sevilla José Ignacio Vilaplana aún no ha dictaminado si archiva la causa o lo procesa por la contratación de empresas privadas para la inspección de los cursos de formación de la Junta de Andalucía durante su etapa como delegado provincial de Innovación. El exalcalde socialista se enfrentaría a dos años de cárcel y diez de inhabilitación por cinco delitos, entre ellos prevaricación, fraude en la contratación administrativa o falsedad. El fiscal abogó en su último escrito por apartarlo del caso pero el magistrado aún no se ha pronunciado. Y será crucial su decisión para saber si Cuenca despeja o no sus opciones políticas. De forma inmediata para saber si puede liderar una moción de censura con sus 10 concejales, los 3 de Unidas Podemos y 1 (el que le falta para los 14 obligados) sin necesidad de mirar solo a Sebastián Pérez. ¿Y si lo apoya Olivares? ¿Y si lo hace Garrido?

Más que a las palabras, y a los relatos, tendremos que estar pendientes de la fontanería y, sobre todo, de las fotos. Y no solo en Génova; también en San Telmo. Servirán de alerta sismográfica sobre el terremoto que sacudirá Granada. Lo que parece claro es que no será una réplica. Tiene sus propios protagonistas y sus propios tiempos.

El último en mover ficha ha sido Fran Hervías... ¡Hace solo unas horas! Abandona Ciudadanos, se pasa el PP y desdibuja el tablero municipal: ¿seguirá sus pasos Olivares? Eso da para otro artículo... 

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